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[India] La India de sur a norte… en tren!

Ahí estábamos en el pueblo más al sur de la India, con los ojos puestos en Rishikesh, en las faldas del Himalaya,… a unos 3000 km al norte. Estuvimos considerando la opción de volar, pero finalmente optamos por preparar una ruta y cruzarnos la India… en tren! Qué gran experiencia y qué buena decisión.

Mónica había estado investigando, y parecía que pasar unos días por el Rajastán podía ser la opción más interesante antes de sumergirnos por un mes en el, para mí cuasi-completamente desconocido, mundo del yoga. Así que nuestro destino “final” sería Jaipur. Desde allí iniciaríamos nuestra ruta por la India más gitana.

El tren en la India,… ay el tren en la India XDDD Es curioso como, a pesar de ser trenes como en cualquier otra parte del mundo, el sistema es tan diferente al que estamos acostumbrados. Para no pegaros el chapón, os dejo algunas pinceladas características del sistema para que os hagáis una idea:

  • Clases: es impresionante la cantidad de “tipos de billete” que se pueden comprar, desde Clase II (¿habéis visto las típicas fotos de un vagón con la gente prácticamente con un pie dentro y el otro fuera porque no caben? ese es el billete de Clase II, también conocido por sálvese quien pueda!) hasta la Primera con AC, pasando por Chair Car, Sleeper, Tercera con AC, Segunda con AC…
  • Precio: los precios varían progresivamente con diferencias de un 8x entre extremos, siendo los de Clase II increíblemente económicos y los con AC sorprendentemente “elevados”. Nuestra preferida fue la Sleeper Class, con un precio muy razonable y en la que al menos tenías tu cama-banco reservada, además de estar en un ambiente totalmente local y auténtico.
  • Adquisición on-line: si no tienes tarjeta de débito o crédito india, no puedes comprar los billetes on-line a través de la plataforma oficial. Por suerte, donde hay oportunidad, hay negocio y a través de Cleartrip se puede “transaccionar” casi de la misma manera con un pequeño sobrecoste en concepto de comisión.
  • Adquisición in-situ: la jungla. Para los trayectos cortos, lo más habitual es ir directamente a la estación y comprarlo en ventanilla. Pero oh sorpresa!, que el concepto de “fila” en India no es con el que veníamos en mente. Básicamente es quien ponga primero el brazo y la mano con el dinero gritando más fuerte por el agujero de la ventanilla se lleva el boleto XDDD (bueno, quizá sea un poco exagerado, pero no mucho :p). Lo que sí que es muy cierto es que el radio de privacidad en una cola es -0.5cm. Es decir hasta el momento en el que de detrás no hunde medio centímetro tu piel se considera que hay “un hueco”. Por consiguiente, si dejas el “hueco habitual” con el de enfrente, ellos consideran que hay un huecarro infinito (o que incluso no estás en la cola) y sin darse ni cuenta meten su cuerpo entre el tuyo y el de delante, presionando los correspondientes 0.5cm sobre su espalda, y como no te espabiles en el hueco que hay entre el que se acaba de colar y tu cuerpo se pondrá otra persona y luego otra y luego otra,… infinitamente.
  • Sistema de adjudicación de asientos: ¿cómo que adjudicación de asientos? ¿no se supone que al comprar un billete tienes tu asiento asignado? Sí y no. Aquí va la explicación de la falla. Dos meses antes de que ese tren haga su trayecto, se “abre la veda”. Supongamos que un tren tiene 200 plazas de sleeper, por tanto en ese momento tienes 200 disponibles. Si eres Flash Gordon y sabes que tal día (dentro de dos meses) vas a viajar, y consigues comprar en ese momento tendrás tu deseado banco-cama. Pero este es el más raro de los casos porque resulta que… todos los billetes se pueden cancelar o modificar hasta unas pocas horas antes a la salida del tren! De manera que estés seguro o no, tú compras tu billete y cuando llegue el momento, ja vorem. Así que los 200 asientos disponibles se completan a los pocos días / horas, y entra la siguiente fase llamada RAC. Cuando compras un billete en estado RAC, sabes que vas a poder viajar seguro, pero quizá no tengas un banco para ti solo y tengas solo medio-banco-cama, pero al menos tienes la seguridad de que subirás al tren. Por último está el estado Waiting List en el que “a priori” no tienes asiento (ni medio ni entero ni nada….), pero que conforme se vayan cancelando asientos delante de ti permitirán a los que están en RAC entrar en Available (banco-cama completo), y a los de la Waiting List entrar en RAC (medio-banco-cama). Y ahí estás día sí, día también mirando como evoluciona tu PNR (el número que te dan de referencia de tu billete) para saber si podrás o no subir al tren XDDD Unas horas antes de la salida del tren se hace la Lista Final de pasajeros en la que queda finalizada y publicada la configuración final del tren. En ese momento te empiezan a llegar sms, e-mails de un lado y del otro avisándote de que tienes plaza y donde te toca pasar la noche ;D En caso de no tener asiento, te devuelven el dinero y te quedas “en tierra”…
  • Predicciones: dado que el caso de encontrar directamente un asiento disponible es tan poco frecuente, se pueden hacer predicciones tomando el histórico como referencia. En nuestro caso, cada vez que trainman decía que había más del 90% lo comprábamos y pudimos subir a todos los trenes, eso sí unos días en banco-cama superior con “todo el espacio del mundo” y otros en medios-banco-cama toda la noche encogidos como un bebé, pero lo importante es que pudimos subir.
  • Pasajeros al tren: tras recibir la avalancha de notificaciones de que “tienes que subir al tren”, llegas a la estación y ahí dos números son claves: el del tren y el de tu vagón. En pizarras manuales o en algunos casos electrónicas van informando de la hora y la plataforma a la que llegará determinado tren. Por suerte, si tienes conexión a internet, también puedes ver cuán tarde está llegando tu tren y la estación en la que se encuentra en cada momento (vital para saber cuando te toca bajar O_o). Si has acertado, en la puerta (bueno, en realidad es en el hueco porque no hay puerta… son esos trenes en los que te puedes subir y bajar en marcha :D), hay un listado con el nombre, sexo y edad de todos los pasajeros… te buscas y si estás, para arriba! No es tan trivial como parece, a veces tenías el vagón S7, e ibas andando del S1 al S6 y de repente empezaban las clases altas. Entrabas en pánico y te ponías a preguntar donde estaba el S7! y te dicen “allá en la otra punta”, y para allá que te vas corriendo y ves el S8, el S9 y después el S7… pasajeros al tren!
  • El interior del tren: los vagones están compuestos por módulos de 8 banco-camas. Un pasillo excéntrico los recorre de extremo a extremo, dejando a un lado 2 mini banco-camas (una encima de la otra), y a la izquierda dos columnas enfrentadas de tres banco-camas (alta-media-baja). Nuestras preferidas eran las superiores, porque así cuando se hacía de día podías seguir “espatarrao”, mientras que en las de abajo, la banco-cama del medio se abate y se convierte en el reposa-espalda de la banco-cama de abajo. De esta manera, durante la noche todo el mundo tiene su cama, y durante el día su asiento a nivel “de suelo”. Durante la noche pasa el revisor, te despierta, le enseñas el billete en el móvil y a dormir otra vez!
  • La vida en el tren: el tren en la India es como un pequeño pueblo, pero en movimiento. Cualquier forastero es rápidamente detectado y objeto de miradas curiosas y continuas (es increible como mantienen la mirada aún cuando se la devuelves XDDD serán descaraos!). A la hora de comer todo el mundo se saca sus «tupper multinivel» con los chapattis (tortitas), algún tipo de verdura en salsa, una ensalada, yogur… Si te falta algo no pasa nada, porque en cada parada suben y bajan vendiendo sandwiches, té masala («chai»), pakoras, papas, pepinos cortados con especias, bebidas,…También te puedes encontrar a gente haciendo yoga en el pasillo a primera hora de la mañana, o cantando sus mantras matutinos O_o Llegando al Rajastán también eran frecuentes cantaores y acrobatas, niños y mayores, y el público local lo agradecía… llevan el arte en la sangre! Y por supuesto, como podéis imaginar, cuando en la Clase II no cabe ni un alfiler, la gente se pasa al siguiente nivel (el sleeper) y se quedan a dormir en el suelo. Cuando pasa el revisor, pagan una pequeña multa y a la marcha.
  • Lo que peor llevamos: Dentro del tren no hay papeleras per sé, por lo que todos los desechos (envoltorios, bolsas, botellas,…) se van por la ventana! Y así están los laterales de las vías: montañas de escombros, qué con un poco de suerte se han mezclado con el agua dando lugar a una especie de barro negro donde los cerdos (animales) se regocijan mientras se embarran enteritos. Nunca me hubiera imaginado tanto cerdo junto y tan cerca de las ciudades! Para terminar, hemos de confesar que hay otro momento «no plancentero». Los servicios de los vagones «desaguan» directamente en las vías, por lo que en las paradas hay una importante acumulación de desechos naturales humanos y si el vagón se ha parado en una zona «caliente», el olor es… insoportable a más no poder XDDD

Madre mía, menos mal que no quería pegaros la chapa! Pero no podíamos pasarnos no sé cuantas horas en tren y no contaros toooodo el proceso que lleva. Al final decidimos coger tres trenes (ergo tres noches) y descansar una noche en Bangalore y dos en Mumbai, para recuperar el cuerpo. Al fin y al cabo, por muy horizontal que estés, el nivel de descanso no es muy elevado, sea porque estás pensando en que no te roben las zapatillas, o que el ventilador te está partiendo las lumbares, o que te ha tocado en las medio-banco-camas y estás como un feto en el vientre de su madre con la diferencia que la ventana no cierra y te vas comiendo todo el humo de la máquina porque estás en el primer vagón, o porque pasa el vendedor del “chai”, o el de los candados, o el de los spiderman que bajan solos por la pared, o que son las 3am y el de abajo se ha despertado y enciende la luz que tienes a un palmo de tu cara… tot un show che! XDDD

Y así, poquet a poquet, fuimos de Kanyakumari a Nagercoil en bus, de allí un tren de 14h hasta Bangalore, noche en un hostel a 400m de la estación, otro tren de 24h hasta Mumbai, dos noches en la ciudad con el alojamiento más caro de la India, y finalmente otro tren de 18h hasta Jaipur. Seis días después y con un gasto en trenes de 43 Eur por pareja… estamos en el Rajastán! Posiblemente la región más auténtica del país 😀

Nos leemos el próximo miércoles!

Un abrazote!!

[India] Varkala y Kanyakumari, en busca del mar al sur de la India

Cuando decidimos ir al ashram de Amma, la idea era volver a Fort Kochi y seguir subiendo al norte por la costa, ya que teníamos un mes para llegar a Rishikesh (al norte de Delhi) donde teníamos ya reservado el curso de yoga 🙂 Pero como la mayoría de veces, escuchando a viajeros y a locales, decidimos cambiar nuestros planes. María nos recomendó una ruta alternativa por el oeste y también nos dijo que si queríamos playa, un poco más al sur, teníamos una zona muy buena, mucho mejor que la turística y bastante sucia Goa. Decidimos que en la India lo más importante no era la playa (muy a nuestro pesar, jejeje) pero que unos días de relax para desconectar de tanta espiritualidad tampoco irían nada mal.
Así que ya que estábamos por la zona, podíamos aprovechar e ir un poco más al sur, a Varkala, el pueblo costero que nos había recomendado María.

Qué buena decisión! No lo podemos comparar con Goa porque no hemos estado pero este lugar tenía mucho encanto y nos pasamos casi una semana de relax. Leyendo, escribiendo posts, planeando las próximas semanas, disfrutando del mar y del buen comer. Ahhh y también hicimos unas cuantas clases de yoga, para que lleguemos al curso con un nivel un poco menos de principiante, jajaja

Varkala está situado en un acantilado, y su vida gira entorno a él. Casi toda la parte turística se sitúa en el North cliff, es decir, sobre la parte alta. Hay todo un camino empedrado al borde del acantilado de forma que de un lado tienes un montón de tiendas y restaurantes y del otro lado unas vistas espectaculares al mar. Por supuesto ese camino está a la sombra gracias un montón de estilizadas palmeras que tanto caracterizan el estado de Kerala, por lo que cada vez que pasábamos por allí, (que era todos los días varias veces) tenía a Juny velando por nuestra seguridad, mirando hacia arriba e intentando esquivar las palmeras para «evitar» que se nos cayera un coco en la cabeza 😉

Ahí van algunas fotitos de Varkala! ❤

Estábamos en el sur y queríamos ir hacia al norte cuanto antes, pero estando a tan solo unas horas de la puntita de la India, el punto más sur, donde se mezclan 3 aguas distintas! La tentación era demasiado grande. Además parecía ser un lugar muy poco turístico y muy auténtico. Por lo que decidimos seguir nuestros instintos y nos dirigimos a la estación de tren para llegar ese mismo día a Kanyakumari.

Ya en el tren, la experiencia ya valió la pena porque a mitad del trayecto se subieron dos hombres indios que se sentaron a nuestro lado y comenzaron a darnos conversación. Hablamos de India, de su trabajo (eran militares), de sus familias… Uno de ellos bajó del tren pocas paradas después pero el otro se quedó y nos dijo que se llamaba Murugan, nos enseñó fotos de sus hijos y nos convenció para ir a pasar la noche a un hotel en el que conocía a los dueños. Nosotros teníamos anotada la dirección de una guesthouse pero no habíamos tenido tiempo de reservar, así que decidimos ir a echar un vistazo y decidir in situ. El señor se bajó una parada antes porque tenía su moto allí. Que por cierto, el hombre en cuestión tiene dos motos, una para ir de casa al tren y la otra del tren al trabajo, y la distancia larga la cubre en tren! Bueno, a lo que iba, que me voy por las ramas… Quedamos en que nosotros íbamos al hotel y le nombrábamos a el, que como le conocían nos harían un buen precio. Y cual fue nuestra sorpresa al llegar a la última parada (recordad que íbamos a la puntita, ya no puede haber más paradas, si no te adentras en el mar, jijiji), que nos encontramos al señor con la moto que había ido hasta allí para acompañarnos al hotel.
Vimos la habitación, precio correcto, no era para tirar cohetes pero era suficiente. Así que aceptamos y listo. Y nos despedimos de Murugan.

Nuestra estancia era de tan solo una noche y ya eran las 4:30 de la tarde, así que teníamos que aprovechar el tiempo. No os he contado pero quizás lo podáis suponer, que desde la puntita, desde el mismo punto, puedes ver tanto el amanecer como el atardecer en el mar, con lo que hace al lugar un tanto especial. Es un lugar de peregrinaje y se considera que hay una energia especial. Como no había tiempo que perder, tras acomodarnos en la habitación nos dispusimos a ir hacia la zona del Sunset.

A medida que caminábamos nos sentíamos más y más observados, y eso que yo ya me había tapado todo lo que había podido, a pesar del calor que hacia. Pero esas miradas fueron mucho más intensas cuando llegamos a la zona de la costa, concretamente del punto más sur de la India. Era imposible esconderse, hiciéramos lo que hiciéramos éramos la atracción del lugar. Y fue tanto el «éxito» que nos empezaron a pedir fotos. La primera vez entendí que querían hacernos una foto a los dos para luego pedirnos propina (lo de la propina me lo imaginé yo) pero cuando nos lo repitieron varias veces entendimos que lo que querían era hacerse fotos con nosotros con su cámara, jajaja, ok. Por qué no? Meeeeeeec, error, a partir de ahí, se acercan más y más personas a pedirnos fotos. Hubo un grupo que incluso nos pidió que le escribiéramos unas palabras y que le firmáramos, los dos! De aquí a la fama, señores! Ya se como se sienten los famosos, y creo que una tarde de gloria está bien, pero todos los días debe de ser agotador! 😉

A estos últimos les pedimos que nos señalaran cual era el punto donde se confluyen el Mar Arábigo, Bahía de Bengala y el Océano Índico, pero todo tenía un precio, más fotos con amigos suyos, con un smartphone, con una cámara, ahora la pareja, ahora solo uno de ellos, …, vamos que ni los Beckham!

Nos bebimos un coco, paseamos por la zona, observamos las atracciones del lugar y esperamos disfrutando de la autenticidad del momento a que se pusiera el sol. Y esa espera fue maravillosa, gente bañándose en los mares, vendedores intentando convencerme para que les comprara collares, gente haciéndose fotos, gente tomándose un chai (té con leche y especias), eso parecía la plaza del pueblo. El lugar de encuentro, de reunión. Hay varios templos por la zona, incluso en uno de los islotes más próximos a la tierra firme, así como el memorial de Ghandi pero nosotros preferimos pasarnos las horas saboreando cada momento, cada imagen y dejándonos llevar. Y el momento de culminación llegó poco antes de ponerse el sol, abarrotándose de gente el lugar. Parece ser que tanto peregrinos como locales se aglomeran allí , ya os he comentado que tiene una energia especial, y ven el atardecer, es el lugar de reunión. Pocos instantes después de ponerse el sol, la gente se esfumó, así que deambulando entre los más rezagados nos dispusimos a volver al hotel, no sin antes disfrutar de una cena espectacular a precio… también espectacular.

El día siguiente queríamos ver el amanecer desde el mismo punto pero nos despertamos un poquito justitos de tiempo, así que lo disfrutamos desde la cubierta del hotel. El amanecer fue precioso pero lo que nunca olvidaré de ese día fue el paseo que dimos a media mañana. Quisimos ir hacia el mar pero por otro lado y nos encontramos con una iglesia blanca, muy bonita, cristiana. Si, cristiana. Pero esto no es lo que sorprende. Lo más increíble fue entrar y observar que las fieles iban vestidas con sus característicos trajes bien coloridos indios, se cubrían la cabeza, se descalzaban al entrar y muchas de ellas se sentaban en el suelo, a pesar de haber bancos. Creo que es una de las cosas más sorprendentes que he visto nunca. Era como estar en un lugar donde había un poquito de cada religión. Maravilloso que puedan convivir costumbres y religiones tan distintas.

Con buenas sensaciones nos fuimos a comer al mismo lugar de la noche anterior y a tomarnos un postre.

Eran las últimas horas en el sur, y nos esperaba la primera noche en el tren rumbo norte, una vivencia única! Os lo contaremos en el próximo post!

Un beso enorme!

[Vietnam] Una Nueva Maravilla del Mundo llamada Halong Bay

Desde que llegamos a Vietnam había soñado con hacer unos de los cruceros por Halong Bay, una de las 7 nuevas maravillas del mundo. No podíamos estar en Hanoi, a menos de 200 km y no ir. Me puse a investigar en internet todas las opciones posibles, leí un montón de blogs en los que hablaban de sus experiencias, de los barcos barateros, de los aceptables y de los de súper lujo, de las agencias que se llevan una comisión desorbitada y me hice una lista de los barcos buenos y malos, y los de no se sabe. Juny por su parte, hizo una búsqueda de cómo sería visitar Halong Bay por tu cuenta, sin intermediarios de por medio y además encontró los nombres de unas agencias en las que contratar tours sin miedo a que te timen.

Así que un día nos fuimos a comprobar in situ lo que ya habíamos leído en los blogs. Entramos en una agencia y el vendedor, que me dio muy mala espina desde el principio (yo para estas cosas tengo un sexto sentido O_o), nos preguntó qué tipo de tour queríamos y para cuantos días. Nosotros le dijimos que nivel medio porque el nivel standard (es decir, el bajo) habíamos leído que era demasiado malo y el lujoso estaba fuera de nuestro alcance. Así que sacó los catálogos de dos compañías, y una de ellas estaba en mi lista negra y la otra estaba en la lista de no se sabe. Mal empezamos, el señor nos quiere vender un tour de nivel standard al precio del medio… Le digo que me saque otras compañías que he leído que esas son muy malas. Y me pide de malas maneras que saque a la vista mi libretita, que le diga yo los nombres de las compañías que quiero y nos da un buen precio, seguro que hay truco pensaba yo… Yo ya no aguantaba más al señor este y veíamos que nos iba a timar de todos modos. Su mirada no me daba nada de confianza…

Poco después pasamos por Lily’s Travel Agency, una de las agencia que Juny tenía apuntada en su móvil y la cosa fue totalmente distinta. Lily era una chica que te explicaba todos los detalles punto por punto y según lo que tu le comentabas acerca de tu presupuesto, estilo de viaje, prioridades te daba la mejor opción para ti. Sabía que una mala gestión o una mala cara le daban un mal comentario en tripadvisor y para ella era muy importante mantener su buena reputación y tener contento al cliente. Y nos lo demostró, nos ofreció un crucero con el barco Halong Fantasea por el módico precio de 110 $ por persona para 3 días con sus dos noches con todo incluido a excepción de las bebidas, como era habitual. Elegir una buena agencia es tan importante como elegir bien el barco, porque algunas como la que os he comentado al principio se llevan comisiones tan altas que puedes estar pagando casi el doble del valor del servicio que estas contratando. Como Lily me daba tanta confianza le pregunté por el crucero con la buena compañía que el vendedor anterior nos había ofrecido a buen precio y nos comentó que actualmente esa compañía ya no era tan buena, porque habían cambiado de barco y había pasado a ser de nivel standard. Lo gracioso es que el vendedor anterior sabiendo que yo pensaba que era una buena opción nos ofrecía un precio que no era acorde. Os dais cuenta como el otro nos la quería meter doblada?

Así que le dimos las gracias a Lily por toda la paciencia que había tenido respondiendo a todas nuestras preguntas y explicándonos todas las posibilidades, le comentamos que queríamos ir a comer para tomar una decisión y que volveríamos por la tarde para reserva y eso hicimos. Unos rollitos vietnamitas y unos noodles siempre facilitan las cosas, y si además tienes wifi y puedes comprobar que lo que dice Lily’s es cierto y que dentro del nivel de crucero que queremos Halong Fantasea es bueno y barato pues entonces ya lo tienes claro. A hacer la reserva! Al día siguiente le pagaríamos el resto y le llevaríamos una fotocopia del pasaporte que ella sellaría con su tampon para que los del crucero no pusieran ninguna pega ya que es imprescindible presentarlo y los nuestros estaban en la embajada India por unos cuantos días!

Dos días después de haber reservado el mayor lujo de nuestro viaje nos levantábamos temprano para que nos recogieran en el hotel para ir hacia Halong Bay!

Y aquí tenéis las fotos que hablan por si solas de estos fantásticos 3 días que pasamos por la Bahia de Halong… Espero que disfrutéis viéndolas tanto como nosotros!

Un besazo y hasta el próximo post sobre… Ninh Binh!

[Vietnam] Hoi An, paseando entre farolillos

Amanecimos muy temprano en Da Lat y casi perdemos el bus. El servicio incluía la recogida en el hostel. Lo que no sabíamos es que, al estar nuestro hostel en una callejuela no te recogían en la entrada, hasta que la recepcionista nos dijo, deberíais subir a la calle principal, normalmente os recogen allí y son ya las 7:00!
Mier….coles! Aun con legañas en los ojos y ya corriendo de buena mañana…

Llegamos a la calle principal deseando que no hubiera pasado el bus y minutos después para uno y nos pregunta nuestros nombres y que le enseñáramos los billetes. Ya más tranquilos nos acomodamos y fuimos recogiendo al resto de pasajeros en sus respectivos hoteles. 15 minutos después ya estábamos en la oficina de la compañía en el bus que nos llevaría hasta Nha Trang. El objetivo era ir a Hoi An pero esta compañía no tenía un bus directo, eran muchas horas de trayecto. Nuestro bus llegaba a Nha Trang sobre las 11:00 am y a las 7:30 pm tenía un servicio de bus nocturno hasta Hoi An. La idea nos pareció buena, ya que podríamos pasar el día en Nha Trang y así al menos ver con nuestros propios ojos lo que la gente decía sobre este lugar. Y es que Nha Trang, y ahora sí podemos confirmarlo, es el Benidorm de los rusos. Es una ciudad costera llena de bloques de edificios altísimos, y todo esta hecho para los turistas, con precios muy competitivos. Incluso tienen un telecabina que te lleva a una pequeña isla justo enfrente en la que hay un gigante parque de atracciones. Los rusos están por todas partes, y es prácticamente imposible encontrar un carta de menú en inglés, o sabes vietnamita o sabes ruso… (Esto me recuerda a Mallorca con los alemanes, pero no voy a entrar en el tema, o sí.. conquista pacífica le llaman no?)
Bueno, al tema que me voy por las ramas, estuvimos en la playa de Nha Trang en la que nos dimos una buena siesta, luego a comer y más tarde a la oficina de la compañía a gorronearles un poco de internet. Cuando ya nos daba vergüenza estar allí nos fuimos a una especie de starbucks y nos costó más el batido que la comida del día, pero bien. Estuvimos relajados en los sofás hasta que se hizo la hora de partir hacia Hoi An.

Nos dirigíamos a Hoi An con la intención de pasar dos días, pero mas tarde decidiríamos que sería uno solo. No porque el sitio no nos gustase, yo me hubiera quedado allí unos cuantos días, sino porque las tarifas del bus hacia Hanoi pasaban a ser de temporada alta dos días después de nuestra llegada. La diferencia era muy significativa, así que teniendo en cuenta nuestro presupuesto y que de todos modos queríamos llegar cuanto antes a Hanoi para hacer el visado para ir a la India nos pareció razonable conformarnos con una vista fugaz por Hoi An.

Hoi An es un pueblo muy pequeño, en realidad no necesitas mucho más que unas horas para visitarlo, pero tiene mucho encanto. Tanto, que en 1999 fue nombrado Patrimonio de la Humanidad.

Reventadísimos llegamos a la guesthouse que habíamos reservado. La chica de recepción fue súper amable y creo que al ver nuestras caras de cansancio le dimos un poquito de pena y nos permitió hacer el check in cuando aún eran solo las 9:00 de la mañana! Descansamos hasta que se hicieron las 12 y nos fuimos a recorrer el pueblo y a comer. Creo que ese día comimos 4 o 5 veces, necesitábamos recuperar fuerzas 😉

Nos perdimos durante horas por Hoi An, recorriendo sus calles llenas de farolillos, paseando por el río, intentando salir vivos de los alrededores del mercado y de las vendedoras de cada tienda que te intentaban convencer para comprar algo. «Buy» «buy» «cheap» «cheap» no paraban de decir…

Nos parábamos en las tiendas de ropa y zapatos. Yo disfruté como una enana y eso que no me compré nada. Para los que no conocéis Vietnam, Hoi An es conocida por sus característicos farolillos que fabrican a mano pero también por sus sastres! En menos de 24 horas tienes un vestido, o un traje, o un precioso abrigo o incluso unas botas altas a medida. Un sueño para muchos (en ese grupo me incluyo yo, of course :p ).

Puedes elegir entre los modelos que tienen expuestos en los maniquíes, o de un montón de catálogos o incluso si quieres les puedes llevar una foto del vestido de tus sueños! Una vez elegido el modelo, toca elegir la tela, en la que también tienen amplios catálogos con cientos de opciones, diferentes texturas, colores y estampados. Una vez ya te has decidido, en dos minutos te toman las medidas de todo el cuerpo. Son unos máquinas! Por lo que nos han contado otros viajeros que hemos conocido en el viaje solo les han tenido que hacer unos pequeños retoques antes de llevárselo definitivamente. Y los precios son de risa. Para que os hagáis una idea, un traje de excelente calidad con una camisa buena, a medida y una corbata lo tienes por 140$, pero es que si negocias bien como nuestro amigo te hacen otra camisa y otro pantalón para ese traje de regalo!

Yo estaba pensando en hacerme un vestido, este 2015 viene cargado de bodas… 🙂 pero al final lo descarté, llegaría a casa hecho un moco. Ahora tengo que reconocer que me arrepiento. Me lo podrían haber enviado o incluso haberlo mandado yo misma pero al final lo deje pasar. Si vuelvo a Vietnam será con una mochila vacía y una buena recopilación de fotos de vestidos de ensueño!! ❤

A la mañana siguiente teníamos previsto ir a la playa, pero al bajar a desayunar nos dimos cuenta que estaba lloviendo bastante, así que con el estómago bien lleno subimos a la habitación a descansar un rato antes de tomar el bus para dirigirnos a nuestro próximo destino, la capital de Vietnam!

Saludos amigos!!

[Vietnam] Da Lat, la ciudad más romántica del país

El camino a Da Lat lo recuerdo bastante duro, a pesar de que el trayecto no fuera de más de 4 ó 5 horas, una gran parte del mismo era un puerto de montaña lleno de curvas y con una carretera bastante (bastante) estrecha. Eso sí, las vistas eran preciosas, con un montón de valles, lagos y vegetación.

Tuvimos nuestras dudas sobre ir a Da Lat. Por una parte, en términos arquitecturales y de urbanización no te da la sensación que estés en el auténtico Vietnam, sino en cualquier otro lugar. Por otro lado, al estar a 1500 m sobre el mar, el lugar tiene unas temperaturas más fresquitas y más agradables. Tanto es así, que la ciudad está siempre llena de flores y la llaman la Ciudad de la Eterna Primavera -sip, igual que Medellín en Colombia :p-.

Por último, había leído que Da Lat era el lugar por excelencia de luna de miel para los vietnamitas <3. A mi modo de entender, a pesar de las cursiladas varias (que las hay) si era el destino preferido de los enamorados la ciudad tenía que ser bonita u ofrecer algo interesante, no? Así que para allá que nos fuimos!

Habíamos reservado un hostel muy céntrico pero un poquito apartado de la zona mochilera, por lo que el pequeño trayecto a pie desde donde nos había dejado el autobús hasta allí fue una sorpresa muy agradable. Éramos prácticamente los únicos extranjeros, podías contarlos con los dedos de la mano. El ambiente era mucho más tranquilo que Ho Chi Min City o incluso que Mui Ne. La temperatura era perfecta, y la ciudad tenía muy poca polución y estaba limpia! Sí, sí, limpia y bonita. Sobre todo alrededor del lago en el que se concentraban un montón de casitas de una o dos plantas con tejados inclinados, como si de un pueblito en las montañas de Suiza o de Francia se tratara. De hecho a Da Lat también se la conoce por “Little Paris” no sé si porque es la ciudad del amor para los vietnamitas, si por sus casitas de arquitectura colonial francesa o por la torre de comunicaciones emulando a la torre Eiffel que puedes ver desde casi cualquier punto de la ciudad.

Es muy agradable perderte entre sus calles (y digo perderte de verdad, estuvimos 3 ó 4 días y no fui capaz de situarme ni un sólo momento entre tanta calle para arriba y para abajo, yo es que soy más de superficies planas como la playa…)

En Da Lat caminamos muchísimo, paseos “románticos” alrededor del lago, dando vueltas por la zona del mercado o yendo hasta la Truc Lam Pagoda, que estaba totalmente a las afueras de la ciudad. Esta pagoda, además de ser un sitio muy tranquilo y muy místico, tiene algo diferente, y es que puedes llegar en telecabina, lo cual hace que su visita sea aun más especial si cabe.

Otra “atracción” bastante curiosa que tiene Da Lat es la Crazy House (por cierto, muy acertado el nombre). Es una casa preciosa de un estilo que te puede recordar a una mezcla entre Gaudí, el país de las maravillas o cualquier casita de cuento. Ir a última hora de la tarde para poder apreciar sus bonitos colores y maravillosas formas redondeadas y culminar la visita viéndola con todas las lucecitas que tiene en el jardín. Es mágico. Tiene tanto tirón que en la misma parcela están construyendo lo que parece que será un hotel, y aunque aun no está aun acabado ya se puede apreciar lo espectacular que va a ser. De hecho actualmente en la misma casa, todas sus habitaciones están expuestas como si de un museo se tratara pero con la diferencia que si estás interesado en dormir en ellas puedes hacerlo, eso sí a un precio (25-50 USD/persona) que nosotros no podíamos permitirnos en este viaje.

Nuestras dos últimas noches en Da Lat las pasamos con nuestros amigos Harvey y Lucy, que iban siguiendo nuestros pasos, hehehe. Quedamos con ellos para cenar en un restaurante local en el que pasamos un rato genial porque la dueña estaba crazy crazy, más que la casa que acabábamos de visitar. Nos reímos muchísimo esa noche y planeamos con ellos un excursión a la montaña Lang Biang para el día siguiente.

A las 11 de la mañana quedamos en el punto de encuentro de la noche anterior, con nuestras motos y nuestros cascos dispuestos a la aventura 😉 Después de un rato llegamos a los pies de Lang Biang, donde pagas “la entrada” y el parking para la moto, ya que no te dejan subir con ella, y vosotros pensaréis que bien que te dejen subir con la moto, respetuosos con el medio ambiente… pues no, porque los locales sí pueden subir con ella. A los turistas nos ofrecen subir en un jeep, es la turistada (y negocio) del lugar. Nosotros, como somos unos raros y unos valientes ascendimos a pie, como toda la vida se ha hecho XDDD. 6 km de subida hasta la cima y otros tanto para bajar aunque esos son más llevaderos sobre todo si vas corriendo y haciendo el ganso como nosotros. Eso sí, la subida fue… buffff a mi me costó y mucho…, entre el asma y mi falta de entrenamiento, los dos últimos kilómetros fueron muy duros. Creo que en los últimos 500 metros de una subida súper empinada paré como 5 ó 6 veces, pensaba que no llegaba, pero lo conseguí!

Allí arriba nos esperaban nuestros amigos, que aprovecharon para grabarme cuando me vieron llegar. Os pongo el vídeo para que veáis mi cara de “me falta el aire”. Juny llegaba más relajado, con tanto descanso que le tocó hacer!

Las vistas merecían ese esfuerzo y mucho más! Espectaculares, los 4 en la cima más alta de Da Lat! Un momento para recordar.

Con este magnífico día y una última cena con Harvey y Lucy nos despedimos de la romántica Da Lat, otro adiós a nuestro amigos sin saber aun si nos íbamos a encontrar.

Nos vemos en el próximo post, en Hoi An, un pueblecito encantador!

[Uruguay] Un paseo fugaz por Montevideo y por la histórica Colonia

Fue duro despedirse de Punta del Diablo, pero teníamos que seguir recorriendo camino hacia el sur, por lo que tomamos un bus hacia la capital de Uruguay: Montevideo.

No teníamos unas expectativas muy altas en lo que se refiere a la ciudad, arquitectónicamente hablando; pero teníamos muchas ganas de ver de primera mano como funciona un país en el que tienen como presidente a un señor tan «campechano» como José Mujica. Así que, sin pensarlo dos veces, el único día que teníamos para conocer Montevideo lo comenzamos con un free walking tour en el que nos contaron cosas tan curiosas como que Uruguay tiene 3 millones de habitantes, de los que 1,5 millones se concentran en Montevideo y, ahí viene el dato interesante,… en el país hay ni más ni menos que 9 millones de vacas!! Tocan a 3 por cabeza 😉

María, nuestra guía, nos habló de política y nos dio a conocer lo que todos queríamos escuchar, acerca del presidente del país. Mujica ha aplicado 3 cambios muy importantes durante su Presidencia: ha permitido el matrimonio igualitario, ha legalizado la marihuana y también el aborto.

Una de las cosas que más nos llamó la atención fue que alrededor del Palacio de Justicia, donde tiene el despacho José Mujica, no había ningún vallado, ni puesto de control de seguridad para acceder al edificio, ni siquiera policías en la plaza de la Independencia donde se encuentra el edificio. María nos comentó que seguramente podríamos entrar, y con relativa facilidad llegar al despacho del presidente. A mí, la verdad, me parece fascinante que este hombre utilice su coche para ir a trabajar, que viva en su humilde casa de toda la vida, que vista sin ostentaciones, como cualquier ciudadano de a pie. Digno de admirar en estos tiempos que corren.

Pero en este país no solo el señor Mujica y sus ciudadanos son honrados, también uno de sus bancos, el banco República.
En la crisis bancaria de 2002 algunos de los bancos uruguayos quebraron debido a que muchos argentinos retiraron sus ahorros de un día para otro y el banco República estuvo a punto de quebrar también. El estado intervino en algunos bancos para salvarlos, como venía haciendo desde hacía años y el banco República finalmente se recuperó. Y qué hay de honrado en todo esto? Que en cuanto pasó la crisis el banco Republica devolvió hasta el ultimo peso y con su interés correspondiente al estado. Ahora es el banco de confianza y en el que la mayoría de uruguayos tienen sus cuentas.

En todo el recorrido por la ciudad pudimos contemplar la catedral Metropolitana de Montevideo, el teatro Solís, el río de la Plata (el más ancho del mundo con 219 km) y el Mercado del puerto entre otros lugares. Un mercado un tanto especial, tanto por su aspecto como por lo que venden allí dentro. Este mercado parece una estación de tren, tiene hasta su reloj dentro! Y en vez de vender pescado está lleno de puestecitos para comer una buena parrillada Uruguaya, lo que viene a ser un buen asado de carne!

Estuvimos poco más de 24 horas en Montevideo pero pudimos disfrutar de su gente, de su amabilidad, de su cultura y del respeto que tienen por su país.

Teníamos que seguir nuestro camino hacia el sur, muchos de los viajeros nos habían recomendado ir a Buenos Aires en barco por el río de la Plata desde un pueblecito con encanto llamado Colonia y allí nos fuimos.

Llegamos en autobús a Colonia a última hora de la tarde, nos dirigimos al hostel y luego al puerto a comprar el billete para el día siguiente y cual fue nuestra sorpresa que la compañía más económica tenía el barco averiado y no vendía ningún billete! Pedimos presupuesto en las otras dos compañías y eran carísimos. La gracia de venir a Colonia nos iba salir muy mal. Fuimos a preguntar a la estación de autobús y nos dijeron que no había buses de Colonia a Buenos Aires! Y ahora qué hacemos? Nos fuimos al hostel y nos pusimos a buscar en internet como locos. Por suerte, una de las compañías tenía los billetes más económicos si los comprabas online y si nos quedábamos un día más en colonia y pillábamos el barco de las 5:00 de la madrugada nos saldría aún mas barato! Yeahhh no iba a salir tan mal la jugada, sobre todo cuando se nos encendió la bombillita y nos dijimos con la mirada que esa noche la pasaríamos en la estación del puerto y así nos ahorraríamos una noche de alojamiento! Perfecto!

Más contentos que unas pascuas nos fuimos a cenar y dejamos la visita turística para el día siguiente. Amanecimos súper descansados. Las literas de ese hostal eran de las más cómodas que habíamos probado, a pesar de haber tenido interrupciones durante la madrugada de dos chicas muy irrespetuosas preparando su mochila dentro de la habitación.

La mañana la utilizamos para escribir un post que yo tenía pendiente. A media tarde cuando nos disponíamos a ir a conocer Colonia, conocimos a una chica suiza llamada Lola (bueno, su nombre de pila es Lorenza, pero ella prefiere que le llamen Lola). Acababa de llegar al hostel y nos preguntó si se podía unir con nosotros a conocer el pueblo. Por supuesto! Entre charlas en español, que Lola hablaba súper bien, nos recorrimos Colonia. El pueblo tiene su encanto pero se ha hecho famoso por una sola calle, y en una horita te lo has recorrido todo. Eso sí, tuvimos la suerte de topar con un grupo de percusión que estaba ensayando para los carnavales (me pidieron que no publicara ningún video hasta finales de enero, ya que era «top secret») y la tarde la terminamos con un «doble» atardecer espectacular!

Aquí os dejo con los percusionistas de Colonia!

Era ya la hora de cenar y teníamos los últimos pesos uruguayos que gastar, así que nos fuimos con Lola a la tienda que había descubierto Juny de comida para llevar, me dirigí al vendedor y le dije el dinero que nos quedaba. Como creo que me vio un poco indecisa, me recomendó completar nuestro menú con 4 empanadas deliciosas y haciendo cuentas creo que nos regaló alguna 😉

Cenamos sentaditos en la plaza de enfrente y reservamos algunas empanadas y la ensalada de fruta para la noche en el puerto, que iba a ser muy larga. Nos fuimos al hostel a recoger las mochilas y nos despedimos de Lola.

Llegamos al puerto y nos acomodamos en una zona con mesas y sillas que creo que era VIP, pero no había nadie, lo que si había era wifi! Ole ahí! Así que nos sentamos y nos dispusimos a pasar una noche con la estación prácticamente para nosotros solos!
Horas después pasaríamos el control de aduana y pondríamos rumbo a nuestra ultima ciudad en Sudamerica: Buenos Aires!

Hasta el próximo post!

[Reflexiones] Superación de miedos

Hace poco leí que viajar convierte a introvertidos en extrovertidos, que atrae la confianza de los tímidos y crea adictos a la adrenalina de la nada, que viajar empuja tus límites físicos y mentales, lo que obliga a uno a adaptarse rápidamente a situaciones incómodas o desconocidas. Y es cierto, si quieres conocer de verdad de que pasta estas hecho sólo tienes que hacer una cosa: VIAJAR.

Y es que antes de comenzar este viaje ya sabía que iba a conocer mucha gente, que iba a aprender un montón de cosas, que iba a practicar idiomas, que pasaría algunas incomodidades y que tendría que enfrentarme a algunos de los que eran mis miedos como hablar en público pero jamás pensé que acabaría superándolo.

Los que me conocéis bien sabéis que lo de hacer discursos, o presentar un Proyecto Final de Carrera o de Master no me hacía ninguna gracia, era una cosa que siempre evitaba, y que me producía mucho estrés, preocupaciones, sudores, palpitaciones y dolor de barriga. Era un pánico irracional, una fobia es lo que era. Hasta el punto de que decir unas palabras de cariño y agradecimiento en nuestra preboda delante de todos nuestros amigos me suponía unos ratos de malestar general.
Lo sé, es difícil de comprender, además soy una persona bastante habladora (a veces demasiado) y eso aún lo hace más inexplicable. Lo que me daba miedo era ser el centro de atención teniendo la palabra, teniendo a la gente enfrente, esa sensación de todo el mundo escuchándome me ponía muy nerviosa. Miedo a quedarme en blanco. Miedo a que alguien me hiciera una pregunta y no saber responderla.

Os cuento todo esto porque necesitaba comprenderlo, necesitaba gritarlo a los cuatro vientos, necesitaba liberarlo, y necesitaba reafirmarme y confirmar que lo he superado.
No os podéis imaginar lo grande que es esto para mi, quien ha estado cerca de mi en esos momentos de pánico sabe de lo que le estoy hablando.
Este viaje está siendo clave para mí, y la conversación que tuve cenando con Juny una noche de Julio en Bocas del Toro más aún.

Lo recuerdo perfectamente, hacía unos días que habíamos empezado a «trabajar» de voluntarios en una empresa de tours y actividades acuáticas, ese día habíamos salido al mar a hacer un tour los dos juntos por primera vez sin ningún «instructor-guía» veterano. Nos avisaron en el último momento de que nos íbamos solos y le pasé la «patata» a Juny. Yo le pedí (o mejor dicho le obligué) a ser el guía oficial y dar las explicaciones y yo ser sólo guía de apoyo. Como él conocía mis miedos y a él le gusta bastante lo de hablar en público tomó las riendas y fue fenomenal.

Por la noche cenando me dijo que yo había hecho muy bien de guía sin saber que lo estaba haciendo. Y era verdad, al no tener yo «la etiqueta» de guía yo estaba tranquila, no había nada que temer y al final hablaba casi tanto como Juny, puede que en pequeño comité pero lo hacía.
Eso ya era un logro para mí pero el solo hecho pensar en la posibilidad de hacer de guía yo sola me revolvía las tripas. Juny me hizo reflexionar y me alabó por mi trabajo de aquel día y sobre todo y más importante me dio las claves para hacer frente a mi miedo. Mi lenguaje hacía que no pudiera superarlo, yo le decía a todo el mundo que tenía pánico a hablar en público y esa era siempre mi excusa, así lo evitaba casi siempre y si lo hacía mal todo el mundo lo entendería no?
Pero aquella noche Juny me hizo cambiar mi frase y mi pensamiento por un sencillo: «Estoy aprendiendo a hablar en público». Con esa frase le estaba diciendo al mundo que quería superar ese miedo y estaba aprendiendo, y además no aparece ni la palabra miedo, ni fobia, ni pánico por ningún lado. Parece fácil no? Sólo de repetirla me daba dolor de barriga pero al mismo tiempo se abría una esperanza en mi y pensaba que era posible y que iba a aprender a superarlo.
Me pidió también que esa noche antes de ir a dormir lo visualizara, que me viera a mi haciendo de guía, haciéndolo bien, preparándome mi cuerpo para el día que lo tuviera que hacer.

Y ese día llegó muy rápido, a la mañana siguiente fuimos a «trabajar» y justo 10 minutos antes de salir a hacer el tour me dicen que se ha apuntado mucha gente, que hay 4 barcas llenas y que les falta un guía y que iremos uno en cada barca. Que??? Ni os imagináis el mal cuerpo que me entró! Lo primero que me vino a la cabeza: «Pero si yo no puedo hacer eso, como voy yo a hacer de guía? Pero si no me he preparado nada!» (aunque ya me lo sabía de memoria). Les dije que no podía, me entraron ganas hasta de llorar (me contuve). Os aseguro que fueron momentos de mucha tensión para mí. Y en la empresa saben que los quería matar en ese momento, y más aún cuando supe que en mi barca tendría que repetir el discurso en español y en inglés! Todo un reto!

Pero respiré profundamente varias veces, recordé todo lo que había hablado con Juny la noche anterior, hablé con él, lo abracé y disimulé mis nervios todo lo que pude y a la barca a presentar al capitán, a su nueva «guía» y a explicarles todo lo que había aprendido sobre el lugar, sobre delfines y sobre osos perezosos y sí, lo HICE! Y ademas en inglés!! Es un hito para mí. Aún se me ponen los pelos de punta de recordarlo.

Gracias Juny por animarme, por la paciencia, por la confianza y por acompañarme en este viaje de aprendizaje, de superación y de libertad.

Franklin D. Roosevelt dijo una vez… «De lo único que tenemos que temer es del propio miedo.”  Así que bye bye miedos!

Mónica

[Panamá] Bocas del Toro, relax, mojitos y mar

Alex y Lupe nos llevaron de buena mañana al aeropuerto de San José, donde cogeríamos nuestro vuelo hasta Bocas del Toro. Qué huéspedes tan fantásticos! Ojalá podamos devolveros el favor cuando tengamos nuestro propio hogar en España o en cualquier costa del mundo!

Pagamos las tasas de salida de Costa Rica, y nos dirigimos a pesar las maletas. Volábamos con Air Nature, aquel vuelo «de vuelta» que habíamos comprado en el aeropuerto de Miami para que nos permitieran embarcar en el avión. Al leer las condiciones, nos habíamos dado cuenta de que los pesos de equipaje admitidos  para este vuelo eran ridículamente pequeños: tres kilos y medio para la maleta de mano y apenas siete para la “facturada”. Con el fin de evitar pagar otra maleta, Mónica y yo nos habíamos pasado la noche anterior viendo como encajar todo lo que llevábamos en esos dos bultos, y finalmente comprobamos que con todos los bolsillos atiborrados de tecnología, estábamos justo por debajo límite permitido. Y así llegamos al mostrador, con el convencimiento del que ha hecho un buen trabajo. Pesamos la maleta a facturar, y perfecto! Peso clavado. Y cuando ya íbamos a poner la de mano, nos dicen que nos subamos a la báscula… nosotros! Nos hicieron pesarnos a nosotros mismos! Resulta que tienen otra cláusula que dice que si pesas más de 112 kg te hacen pagar dos pasajes, y para no discriminar “a ojímetro” a los gordos de los muy gordos, obligan a todo el mundo a pesarse. Así que nos subimos con la chaqueta y todos sus bolsillos a tope de cables, baterías, discos duros, móviles,… vamos que ni Robocop, y… nos dieron su visto bueno! Prueba superada, yeaaaah!

Pasamos el control de seguridad, con todo los accesorios tecnológicos de nuevo en la maleta de mano, y llegamos a la sala de espera previa al embarque. Sospechosamente, no había más de 20 personas, y para más inri algunas iban hacia otros destinos. Qué raro! :S En la pantalla de la puerta no aparecía el nuevo vuelo. Había un poco de desconcierto. Finalmente hicieron la llamada para Bocas del Toro, y allí que nos presentamos una decena de pasajeros. Subimos al bus y tacháaaan… llegamos a la avioneta más pequeña que jamás habíamos visto. Con una capacidad para quince personas, con tres asientos por fila, sin separación entre la cabina de pilotos y los pasajeros… genial! Un vuelo prácticamente privado y a coste de uno comercial!

El despegue fue apasionante, fue como vivirlo desde la propia cabina de pilotos. En primera linea. Sintiendo los movimientos como nunca, viendo la tranquilidad de los pilotos y las risas que se echaban. Además, el vuelo transcurría a menor altura que uno normal por lo que pudimos disfrutar de los increíbles paisajes verdes el sur de Costa Rica. Descenso y aterrizaje no menos espectacular en Bocas, sobre una especie de carretera recta con una casita que hacía las veces de terminal.

Salimos de la avioneta bajo un sol tórrido (más tarde nos daríamos cuenta que estábamos en época de lluvias y que más bien era un día excepcional, pero no avancemos acontecimientos). Nos dirigimos hacia la caseta que hacía las veces de terminal, donde un hombre con semblante tranquilo nos pide los pasaportes para hacer unas fotocopias y nos dice que podemos sentarnos y relajarnos, que estamos en Bocas, y que aquí eso del estrés no se lleva XDDD Y de verdad que fue así! Pasó un cangrejo por el medio de la sala, nos llamaron, tomaron algunos datos, pasaporte cuñado y bienvenidos a Panamá! Salimos del edificio, y para nuestra sorpresa, ni taxis, ni buses,… ya estamos en el centro del Pueblo de Bocas! Preguntamos por el hostal Heike, y no tardamos en encontrarlo. Isla Colón tiene cuatro calles (literalmente) y todo el mundo se conoce. Al llegar, nos recibió Susana. Nos invitó a dejar las mochilas y a cocinarnos unos pancakes de buena mañana mientras se hacían los check out y veíamos si quedaba algún hueco para nosotros. Como siempre nosotros llegando sin reserva a los sitios, pero la suerte se volvió a aliar con nosotros. Un grupito se iba y nos quedamos en una habitación de cuatro en la propia planta baja. Ya que estábamos en un pueblito tan tranquilo (no parecía que hubiera mucho por hacer), y que veníamos tan cansados de cuatro meses sin parar de viajar y con una cantidad enorme de emociones y experiencias, decidimos que sería un buen lugar para pasar una semanita simplemente recuperando fuerzas y poniendo al día el blog.

Pero como tampoco era plan de “perder el tiempo” preguntamos si conocían algún lugar donde pudiéramos hacer de voluntarios o trabajo a cambio de hospedaje o algo así. Fuimos a tres o cuatro sitios, pero no encontrábamos algo que nos llamara la atención. A media tarde, Susana nos llamó para presentarnos a Augusto, un joven brasileño que había estudiado hostelería en España y trabajado siete años en Madrid. Era el encargado del Barco Hundido, uno de los bares más conocidos del lugar, y nos propuso servir mojitos por las tardes a cambio de comisión por unidad vendida. Nos pareció un trabajo simpático, y aunque toda nuestra carrera como bartenders se resumía a poner cervezas en el Hadronic Festival y poco más, él se ofreció a explicarnos como prepararlos, y algunos truquillos del profesional de la barra. Así que aceptamos y esa misma noche nos fuimos a descubrir el que sería nuestro nuevo trabajo.

Los primeros días fueron flojitos, y nos sirvieron como rodaje para el jaleo que se formaba allí los viernes y sábados. Algunos de los clientes empezaban a repetir, ya no en la misma noche sino que venían también otros días, lo que daba una cierta satisfacción. Nuestros esfuerzos estaban dando resultados. Yo cortaba las limas, las mezclaba con sirope, las estrujaba y las aderezaba con el ron o vodka y las hojitas de hierba buena. Mónica servía los hielos y terminaba el coctel, finalmente lo removía suavemente para que todo quedara bien mezcladito, dos pajitas, y voilà: caipiroska o mojito servido!

Y así estuvimos dos semanas, durante el día leyendo y escribiendo. Por las tardes algunos días Mónica iba a zumba, otra nos iniciamos en el yoga, otra en jiu-jitsu, y la que no llovió nos fuimos a Playa Estrella. Y por las noches aprendiendo y disfrutando de ser bartenders, un trabajo a ratos estresante pero que te permite conocer a muchísima gente, hablar con ellos, que te cuenten lo que han hecho por la zona y hacía donde se dirigen, contarle tu historia y seguir cortando limas como si no hubiera mañana. 

Y así fue como en nuestra última tarde sirviendo mojitos, hablamos con un cliente francés que nos contó que había hecho un tour con una compañía que se llamaba Under Sea y que había hecho una cosa que se llamaba deepboarding y que le había encantado.

Así que para allá nos fuimos, a reservar el tour a Zapatilla con Under Sea. Una empresa llevada por Diego y Yelenis, un español y una cubana supersimpáticos que habían tenido el coraje de abrir un negocio en este recóndito lugar del mundo. El tour estuvo muy bien, pero el deepboarding fue algo superior. Nos volvió locos! Tanto que al día siguiente (el que iba a ser nuestro último día en Bocas del Toro) quisimos repetir, y contratamos el otro tour que ofertaban, ligeramente más económico aunque al final éramos los únicos y nos ofertaron ir a de nuevo a Zapatilla… con doble deepboarding! Yeehaaaaaa, como íbamos a negarnos?

Tuvimos la gran suerte que salió un día fantástico y pudimos disfrutar aún más si cabe de ver a los osos perezosos, pasear por Zapatilla, snorkel, doble sesión de deepboarding, y a la vuelta… delfines! No habíamos tenido la suerte de verlos aún, pero cuando estábamos a unos 15 minutos de llegar, allí estaban! Qué sensación tan increíble poder ver aparecer sobre la superficie del agua sus lomos y aletas… Día redondo y vuelta a la que pensábamos sería nuestra última noche en Bocas, pero el destino nos tenía preparado algo aún mejor… (continuará :p)

[Grecia] Mikonos: La isla de los vientos

Llegamos Eva, Juny y yo al puerto Pireaus antes de las 06:30 a.m. Juny se fue corriendo a que le imprimieran nuestros billetes y en ese instante llegaron el resto de las chicas, entre ellas Gina! Que alegría al verla, ya he perdido la cuenta de cuanto tiempo hacia que no la veía, y lo mejor de todo es que ella no sabia que nosotros íbamos a Mykonos hasta el día anterior así que la alegría fue doble!

Sobre las 10:00 nos plantamos en Mikonos. Las chicas se fueron a su hotel en taxi y nosotros al nuestro al estilo mochilero: andando!
Horas después ya con las pilas cargadas quedamos con las chicas. Deambulamos por las callecitas, Elsa era la que llevaba el mando, ya que era la única que había estado ya en Mikonos. Paseamos por la zona de la «little Venice¨ y luego nos volvimos a meter por las callejuelas de «La Chora» (la ciudad de Mikonos). Que espectacular es esta isla, que vistas, que azul y que blanco. Me parecía un regalo para mis ojos!
Las chicas fueron a cenar al restaurante «Eva’ s Garden» y nosotros a cenar a un sitio un poco más mochilero 😉

La isla no estaba muy llena, se nota que acababa de empezar la temporada, pero aún así los precios estaban por las nubes, no tenía nada que ver con Atenas! Está para el turismo claramente, y a nosotros se nos salía todo de presupuesto.
Aún así, a pesar de ser todo carillo nos las apañamos bastante bien y las chicas fueron muy comprensivas y se portaron muy bien con nosotros.
Esa noche, fuimos a su hotel a que se arreglaran un poco para salir y así de paso veíamos las espectaculares vistas al mar que Eva y Gina tenían en su habitación.
Y de ahí a un pub a tomarnos un cocktail… De 12 euracos! Buenísimos pero…. fue el lujo de todo el viaje! Juny se fue un rato a otro bar a acabar de ver el fútbol, creo que fue el partido en el que el Atlético de Madrid pasó a la final de la Champions.

Esa noche la recuerdo especial, de conversaciones profundas muy interesantes.

Pero el día siguiente fue aún mejor. La idea en un principio era que Juny y yo alquiláramos una moto y ellas un coche y recorrer parte de la isla pero al final nadie madrugó y las chicas prefirieron quedarse disfrutando de la pedazo de piscina y de las vistas de su hotel mientras se tomaban cocktails y leían revistas de moda griegas! La verdad es que era un planazo, pero no money, no …
Total que después de descansar un rato más, nos decidimos a nosotros seguir con el plan establecido fuimos a por la moto… Y no pudo ser… Por lo visto en nuestro carnet no pone expresamente que podamos conducir scooters así que nuestro gozo en un pozo… Al final decidimos ir caminando a una playa muy cercana a la Chora pero ya a las afueras y fue lo mejor que pudimos hacer! Que día más bonito, un solazo impresionante, la playa para nosotros, un restaurante súper auténtico y más barato que lo que abundaba por el centro, relax, desconexión, romántico, un chapuzón en el agua helada de las Cyclades y libertad. Fue un día magnífico, de los que recordaré toda la vida. Y no acaba aquí, ya entradas las 6pm quedamos con las chicas y charlamos un buen rato mientras se ponía el sol. Estuve muy a gusto y me sentía especialmente bien y muy querida. Después del atardecer paseamos por el centro y se pararon a comprarme un regalito para que me acordara de ellas durante nuestro largo viaje: una pulsera muy bonita de bolitas blancas hechas de piedras volcánicas de esa zona. Una preciosidad!
Para acabar la noche y mis últimas horas con ellas nos fuimos a la cafetería de su hotel a tomarnos una cerveza y hablamos de un montón de cosas.

Y llego el momento de la despedida, abrazos y muchas emociones y alguna que otra lagrimilla. Creo que lo que menos me gusta de este viaje es tener que despedirme cada dos por tres de alguien querido. Es siempre un hasta pronto…. Pero es tan duro!

Me llevo la mochila bien llena. Llena de energía positiva, de vivencias maravillosas, de muchas risas, charlas hasta las mil, de encuentros, de besos y abrazos, pero sobre todo os llevo a vosotras conmigo en este maravilloso viaje alrededor del mundo. S’ agapó!

 

[Grecia] Atenas, su gente y sus costumbres

Kalimera! O lo que es lo mismo… buenos días!

Llegamos a Atenas el 22 de abril. Los primeros días nos los tomamos todo con mucha calma, ya que llegamos sin dormir y muy agotados y queríamos reservar toda nuestra energía para cuando llegaran de Ginebra mis amigas griegas Eva, Elsa y Gina… y María que no es griega pero casi!
En nuestros días en solitario estuvimos en un apartamento de airbnb que la hermana de Eva nos sugirió, y tengo que decir que la experiencia airbnb me ha gustado mucho. El loft era muy sencillo y el edificio muy antiguo pero decorado con mucho gusto y lo más importante….muuuuu barato 😀
Lo que más hicimos fue descansar y escribir los posts atrasados en un starbucks. 😉 Pero hubo un día que nos lanzamos a recorrernos toda Atenas a pie. Casi de casualidad llegamos a una zona de bosque que nos llevó hasta lo alto del monte Lycavittos. Menudas vistas de la Acrópolis, del Templo de Zeus, del Stadiumy de una alfombra infinita de casas! No nos imaginábamos que Atenas era tan sumamente grande. Impresionante!
Poco después estábamos disfrutando de todas las joyitas que habíamos visto desde arriba, menos del Acrópolis que lo reservamos para cuando llegara María.

El viernes por la noche nos mudamos a nuestro nuevo ¨hogar¨ ya que llegaba Eva a Atenas. Y digo hogar porque tanto ella como su familia nos acogieron con los brazos abiertos, se desvivieron por nosotros y además comimos como reyes. Sabía que los griegos eran hospitalarios, pero esto… no he vivido nada igual. Que familia tan adorable. Gracias de todo corazón Giannis, Persefoni y Eva.
La ilusión que tuve de ver a Eva no la puedo explicar con palabras, esa noche os aseguro que me fui a dormir feliz. Me siento muy afortunada por la oportunidad que tengo de haber tomado la decisión de hacer este viaje acompañada de la persona que más quiero y por todos los amigos que tenemos que también nos están acompañando sea en la distancia o acogiéndonos en distintos lugares del globo.

Y seguimos con sentimentalismo, porque las emociones en este viaje acababan de empezar, el domingo por fin llegaron María y Elsa. El ansiado y feliz reencuentro fue el ¨ Balux Café: The House Project¨, en el sur de Atenas, junto al mar. Una tarde para recordar! ❤
Después de los súper abrazos y primeras charlas Elsa nos hizo un tour en coche para que disfrutáramos de Glyfada, una zona costera en el sur de Atenas con unas vistas espectaculares.

Pocas horas después estábamos paseando por los barrios de Plaka y Monastiraki, por la zona baja del Acrópolis. Una zona chulisíma, llena de restaurantes y bares para los turistas y no turistas, con mucho encanto, y calles peatonales, un paseo precioso para culminarlo con una buena cena en ¨Dya Tayta¨, una taberna griega muy auténtica donde los únicos turistas éramos nosotros con música tradicional griega en en vivo. Algunos clientes se animaron a salir a bailar, que espectáculo, nos encantó! Nuestras guías particulares pidieron un montón de platos riquísimos: fava (como un humus pero de habas), unas berenjenas al horno con queso feta, una carne espectacular, unos pimientos asados buenísimos, una ensalada griega, una masa de pasta con forma de ensaimada rellena de queso feta que quitaba el sentido… Que por cierto ¨Dya Tayta¨ significa el punto de la historia (metafóricamente hablando), un nombre muy acertado teniendo en cuenta donde se encuentra. Y para acabar bien la noche unos cocktails en ¨Baba au Rum¨, uno de los 50 mejores bares del mundo en el 2013. Esa noche hablamos de un montón de cosas, Juny el pobre debió de acabar con dolor de cabeza de oírnos hablar sin parar, pero es que había mucho que contarnos!

Al día siguiente Maria y Elsa pasaron a buscarnos a casa de Eva y nos fuimos a pasear por un barrio muy pijo y muy chulo, Kifissia. Aprovechamos para probar los auténticos souvlaki (es parecido a lo que nosotros conocemos por kebab, con salsa tzatiki, el típico es con carne de cerdo, riquiiiiisimo!). Estuvimos allí un rato más comiendo en este restaurante súper cuco, en un barrio pijo y a muy buen precio! Además estaba lloviendo así que no teníamos ninguna prisa de salir de ahí. Cuando amainó un poco nos fuimos a Varsos, una pastelería de las de verdad, de las que llevan ahí más de 100 años y todo esta igual. Era enorme y nada más entrar podías sentir el olorcito tan rico a pasteles y a pan.

Poco después habíamos quedado a tomar un frappé con dos amigas de Elsa a uno de los más antiguos bares de Atenas (1967) llamado Loras en el que la camarera te sonríe (pero de verdad te sonríe, no es forzado). Es muy chulo, tienen un montón de espacios distintos y te sirven un vaso de agua nada más llegar y te lo van rellenando cada vez que lo ven medio vacío. Los del vaso de agua es bastante normal en Atenas, lo de que te lo rellenen no tanto … En este sitio también nos sorprendieron una vez más, la camarera se pasó por todas las mesas a ofrecer pequeños helados de chocolate. Un 10 para ese bar.

Esa noche la madre de Eva nos invitaba a todos a cenar a su casa, así que cuando acabamos en el bar nos fuimos a casa de Elsa un momento para que María y Ella se arreglaran. (En esos momentos me doy cuenta de lo práctico que es viajar por el mundo en plan mochilero, pero echo de menos ponerme guapa :/ )
Elena, la madre de Elsa es encantadora y también nos acogió con esa hospitalidad griega que les caracteriza, como me gusta la gente griega, hacen que te sientas como en su casa, todos hablan inglés, incluso las personas mayores y siempre te ofrecen muchas cosas para comer y beber!!!

La cena en casa de Eva fue absolutamente espectacular! De primero sopita de pescado buenísima, y un plato de pescado con mayonesa (es como si fuera una ensaladilla de pescado pero mucho mejor!) y de segundo, unos pimientos y unos tomates rellenos de arroz super sabrosos, unas mini hamburguesitas que estaban espectaculares, ensalada con queso feta riquísima, patatas al limón y hechas al horno y de postre mis dulces preferidos en Grecia: baklavas y galaktompourekos.
Para beber bebimos vino griego, es lo único que no me fascina de Grecia, (no se lo digáis a ellas pero el español esta más bueno, jejeje)

En este viaje he aprendido mucho de los griegos y tengo que decir que me gusta mucho este país: su clima, su historia clásica, su arquitectura, sus aguas cristalinas, sus islas pero lo que más me gusta es su gente. Han hecho que me sienta como en casa! Y para que me entendáis un poquito más, antes de pasar a las fotos os dejo unos cuantos flashes acerca de ellos:

  • Son muy muy hospitalarios y muy amables
  • Se ríen mucho y son muy divertidos
  • Tienen un gran sentido de la estética y son muy artistas
  • Hablan bastante alto como nosotros y muuuuy rápido
  • Cada vez que quedan es para tomarse un frappé (café con leche, azúcar, hielos…).
  • Hacen que te sientas como en casa, además creo que los españoles y los griegos tenemos una conexión especial, mucho feeling…
  • Todos absolutamente todos hablan inglés, incluso los más ancianos! Con respecto a su idioma, parece complicado pero enseguida te das cuenta de que la mayoría de su alfabeto lo conocemos de las matemáticas (de algo me ha servido estudiar una carrera jijiji y eso me parece muy gracioso )
  • En cualquier taberna o bar griego tienen la costumbre de ponerte una vaso de agua con hielo
  • Les pirra el queso feta (y os confieso que a nosotros también!)
  • En cuanto al aspecto son parecidos a nosotros pero las chicas tienen unas melenazas muy abundantes y espectaculares y muchas de ellas tienen el pelo rizado y los chicos llevan una barba también muy frondosa pero muy cuidada. A Juny le parecían unas barbas muy molonas y ahora se está dejando la suya inspirándose en ellos, ya veréis en las fotos!
  • Nos fijamos que en la zona de tiendas de Halandri la mayoría de las chicas de mi edad se iban de compras acompañadas de su madre, no sé si es algo característico de ellos o solo coincidió ese día, pero nos llamó la atención 😀
  • Ahh! se me olvidaba una cosa que me llamó la atención de ellos pero no es algo bueno… cuando van en moto no suelen llevar casco.

Y hasta aquí mi larguísimo post… pero la ocasión lo merecía. En el próximo… un poco de historia clásica 😉

PS: Sorry my girls, I finally wrote this post in Spanish. I wanted to transmit  all my feelings about you and your country, and the best way was to use my mother tongue 😉 I hope Maria explain you every word that I wrote for all of you! Thank you! S’agapo!