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[USA] Miami, viviendo a lo cubano

Y llegó el que creíamos sería nuestro último día en Miami. A media tarde quedamos con el gran Frankys, para aunque fuera tomarnos una cerveza, ya que a media noche debíamos devolver la minivan en el aeropuerto de Miami.

Nos dio la dirección de su apartamento en Flagler y, gracias al maravilloso gps integrado en el coche, llegamos sin contratiempos. Qué alegría tuvimos al verle! Tan lejos de donde nos conocimos, cuando estudiábamos el máster de project management en la UPV, tras cuatro años sin vernos y como si hubiesen sido dos semanas. Es fantástico reencontrarte con personas con las que congenias. El tiempo parece que va a otro ritmo. Es como si hubieses puesto un pause en una película y no importa cuanto tiempo tardes en darle al play, todo sigue como estaba.

Nos fuimos a tomar unas bluemoon a Flanningan’s, y casi nos cogemos un pedal de campeonato. Está claro que esto de ser viajero lowcost te hace estar en baja forma para el tema de beber… Así fue como, entre jarra y jarra, Franks nos propuso que nos quedásemos en su pequeño apartamento, porque al día siguiente tenía que ayudar en una mudanza y dos manos más serían bienvenidas. Y eso ese justo lo que queríamos, meternos en el ajo! Sentirnos un poco útiles tras tanto tiempo viajando y viajando.

Así que devolvimos el coche y nos quedamos en su casa a dormir. Al día siguiente, Frankys nos recogió bien prontito, cogimos el material para hacer tortilla de patatas que habíamos comprado la noche anterior, y nos fuimos a casa de Frank y Yosedeli, dos muy buenos amigos cubanos de Frankys. Frank también vendría a la mudanza, y Mónica se iría con Yosdeli y los niños (Arnaldo y Frankito a un baby shower). Preparamos tan rápido como pudimos un par de tortillas, que salieron muy buenas, nos las comimos y nos fuimos a cargar camiones!

La mudanza era de Flori y Toni, un encanto de pareja cubana. La verdad es que la brigada internacional (así nos auto-denominó Frank) llegó un pelín tarde y el camión ya estaba medio lleno, pero bueno, hicimos todo lo que estaba en nuestras manos para acelerar el proceso, y en cuestión de 3 horas ya estabamos descargando en la otra casa. También estaban en la casa sus dos hijas, y la madre de Flori. Nos ofrecían cervezas frescas cada dos por tres, pero por el bien de la alineación de los cuadros al colgarlos en la pared, esperamos hasta prácticamente haber terminado la faena. Toni nos contó varias de sus aventuras como amante de la caza, así como algunos capítulos de la transición cubana cuando Fidel llegó al poder y su visión de como (de mal) están las cosas en los Estados Unidos. A media tarde comimos unas hamburguesas caseras deliciosas que había preparado Toni, nos pegamos un chapuzón en la piscina, nos reímos un buen rato y cuando ya parecía que nos ibamos a ir, llegó Roberto – hermano de Flori y padrino de Yosdeli,… qué hombre, qué energía!- con su mujer, su hija, su nuero, y un capazo enorme con cocos de agua y una botella de ron. Fue entonces cuando la cosa se puso aún más divertida de lo que estaba siendo, y el ron con aquella agua de coco estaba… ohh my God! Un día fantástico, rodeado de cubanos, con muchas risas, historias, y alegría!

Mónica por su parte pasó el día en un baby shower con Yosdelis y los peques al más puro estilo cubano. Todo estaba decorado en tonos lila y rosa ya que los futuros papas, Anabel y David esperaban una preciosa niña, que por cierto ya ha llegado a este mundo y se llama Gaby. Desde aquí les damos la enhorabuena a los papás y a toda la familia 🙂 En el baby shower era todo alegría! Todo el mundo bebiendo piñas coladas, con música cubana, charlando, y  disfrutando de ese bonito día. Y luego llegó un festín de comida: carne con papas, ropa vieja, yuca con mojo y un montón de cosas más. Mónica disfrutó de lo lindo y más cuando todo el mundo salió a bailar salsa. Estaba feliz de poder haber disfrutado tan de cerca de una fiesta familiar cubana y se pudo reír muchísimo con todo ese buen rollo que se respiraba en esa fantástica celebración!

Y no sabemos muy bien cómo, al final nos quedamos un par de semanas en Miami. Frank y Yosdeli nos hospedaron en su casa, de manera que Frankys pudo volver a descansar en su cama. Por las noches veíamos alguna película ambientada en Cuba, o veíamos los partidos de la final de la NBA entre los Heat y los Spurs en casa de Aisa (la madrina de Arnaldo), otro día volvimos a ver «El Lobo de Wall Street», otra noche nos fuimos a casa de David y Janitzia a cenar una bbq -gentileza de Frankys que casi se nos muere intoxicado de tanto humo que tragó-, algunas noches jugábamos a un dominó rarísimo que cada cuadro tiene hasta 9 puntos en vez de 6, o al ping-pong donde Frankys nos pegó un repaso histórico, o pediamos unas pizzas o ibamos a Fuddrockers a comernos una auténticas hamburguesas americanas! Viviendo como auténticos cubanos en Estados Unidos ;D

Ah, muy importante! Mi cumple de los 32 Estabamos cenando tan tranquilamente en casa y cuando fue media noche, Mónica sacó una minitarta de chocolate y me cantaron cumpleaños feliz con una velita. Que ilusión, celebrando mi cumple en Miami! XDDD

Pero no satisfechos con eso, la noche siguiente fuimos a cenar a un buffet chino de calidad y cuando ya estábamos terminando, tocan un GOOOONNNNGGG y oootra vez a cantarle cumpleaños feliz al niño, ahi en medio de todo el restaurante… y yo estaba justo comiéndome un limón. Qué oportuno, Bruno! XDDD Se rieron bastante de mí, pero fue un detalle de esos que se quedan para toda la vida ;D

Finalmente habíamos comprado los vuelos para el domingo 15, con la intención de ver un lanzamiento del Falcon 9 de Space X desde Cabo Cañaveral, pero como era previsible, pospusieron el lanzamiento y no pudimos verlo. A la próxima será! Ah, y también porque el viernes 13 teníamos otra mudanza, pero esta sí que era en serio. Frank y Yosdeli habían alquilado un apartamento a menos de tres minutos andando del hospital donde trabajan. Así que nos pasamos algunos días echándole un cable en el empaquetado de libros, juguetes, ropa, etc. Y así fue como el viernes 13 llegamos a las 10 de la mañana a por el camión. Teníamos 6 horas para cargarlo hasta arriba, hacer el transporte, descargarlo y devolverlo. La nena de David se puso enferma y no pudo venir, y Frankys no recuerdo porque sólo podía venir después de comer. Y menos mal que vino! Sudamos como campeones, pero a las 16h el camión estaba devuelto y con todo dentro de la casa (un poco a lo loco, pero lo habíamos conseguido!) Era el momento de ver como Holanda nos metía cinco goles y nos dejaba con la moral tocada hasta tal punto que los chilenos nos rematarían en el siguiente partido, siendo el primer equipo eliminado del mundial!

Así llegó el día de volar hacia Costa Rica. Frank y Frankys nos acompañaron bien pronto por la mañana hasta el aeropuerto de Fort Lauderdale. Otra vez había llegado el momento de despedirse y continuar la aventura. Un abrazo grande, y entramos en el aeropuerto. Vamos a hacer el check-in y… oh sorpresa! Los de Spirit dicen que sin billete de salida de Costa Rica no podemos volar. Nos dan cincuenta minutos para enseñar un justificante de un vuelo o bus de salida del país al que íbamos a volar (menos mal que esta vez habíamos ido con tiempo!). Nos ponemos a buscar como locos un bus, pero las lineas de bus ticas aun no venden boletos por internet para los trayectos internacionales. Así que seguimos buscando y finalmente encontramos un vuelo low cost a Bocas de Toro. Lo compramos y ahora sí! Tendremos tres semanas por delante en Costa Rica, un país aún desconocido por completo pero del que todo el mundo nos habla maravillas!

Seguimos!

[EEUU] Miami, The Sunshine City

El comienzo en Miami fue toda una aventura, todo incertidumbre. Por primera vez en todo el viaje no teníamos un sitio donde dormir. Además, aterrizabamos en el Aeropuerto Internacional de Fort Lauderdale que está a 30 millas de Miami Beach (unos 50km) y sin transporte público barato que nos llevara hasta allí ya que eran más de las 10:00 pm. La parte buena era que gozábamos de una súper conexión WiFi.

Después de una larga búsqueda de hostales y de coches de alquiler, encontramos una súper oferta, un coche normalito por 20$ el día en Sixt y sin recargos por devolverlo en otro destino.

Después de ir dos veces a Sixt, a las afueras del aeropuerto con un shuttel, nos atendió una chica neoyorquina y una enamorada de los fabulosos y antiguos castillos que tenemos en Europa. Y entre muchas risas hablando de nuestros maravillosos castillos nos comenta que si no tenemos problema, nos van a dar una mini-van, que ya no les quedan coches de categoría inferior! Ohhhh yeahhhhhhh!! Super coche con GPS integrado, lunas tintadas, los asientos traseros se esconden…. De repente se nos enciende la bombillita de ¨idea!¨ y decidimos que para qué ir a un hostel si ya tenemos casa, jajajaja totaaaaal!! Asi que nos vamos de allí muy contentos con nuestro nuevo hogar con ruedas, y con el súper GPS del coche llegamos a Miami Beach.

Nuestra primera parada en Miami Beach es un McDonald’s (si lo sé, no es lo máximo pero en este tipo de viajes te salva la vida, siempre tienen internet gratis, baños espaciosos y bastante limpios y comida a un precio muy bueno).

Una vez bien cenados, nos subimos a la super furgona, escondemos los asientos en modo cama y nos disponemos a buscar un lugar tranquilo, lo más seguro posible, y que no sea de pago, difícil pero lo encontramos… que sensación de aventura, de novedad, de acojone (perdón por la expresión). Nos sentíamos súper emocionados y a la vez asustados, haciendo cosas que en la vida pensábamos que íbamos a hacer y ahí estábamos en un parking en medio de la calle intentando dormir en una mini-van sin colchón con hierros que se te clavan en toda la espalda y eso si, con un poco de privacidad, gracias a que la súper mega furgo tenía las lunas tintadas!

No sé si fue el cansancio, la emoción pero a pesar del calor y de la incomodidad dormimos super a gusto!

Como os podéis imaginar al día siguiente amanecimos antes de las 9 muertitos de calor y dispuestos a recorrernos todo Miami Beach con nuestro súper coche.

En Miami es imprescindible tener coche o moto, por supuesto que hay transporte público pero no llega a todos sitios. Las distancias son muy largas y te puedes pasar la mañana en el coche recorriendo Downtown Miami, Little Havana, Miami Shores, North Miami, Byscayne Park…

Durante nuestra estancia en Miami pudimos además ver Miami Beach en su casi totalidad: Ocean Drive, Lincoln Road, Collins Avenue, Washington Avenue, Distrito de Art Decó y parándonos en las playas más famosas de Miami Beach, como South Point Park, Lummus Park, North Shore Park… Era alucinante pasear por esas calles con sus edificios Art Decó de arquitecura geométrica, molduras en los techos y colores pastel, sus letreros de luces de neón, coches impresionantes, clubs de moda, bares más alternativos, galerías de arte, sitios donde hacerte tatuajes, tiendas de lujo y no tan lujo con maniquies de ¨pechos operados¨, playas sembradas de sombrillas, hotelazos, calles llenas de vida: con gente patinando, haciendo running, con su trainer personal, jugando al voleyball en la playa, haciéndose selfies, fotógrafos, turistas, chicos y chicas fabulosos, patrullas del famoso ¨Ocean Rescue¨, socorristas en su torre de vigilancia o en su quad todo era digno de ver y te daba esa sensación de estar en un de los sitios ¨más guays¨  de Estados Unidos.

Pero también nos dimos cuenta que era casi imposible encontrar un parking gratuito en South Beach. Así que una tarde, después de comer pensamos que ya que teníamos coche era buena idea aprovecharlo bien y nos fuimos a la isla de Key Biscayne.

Desde Miami Downtown, por la Rickenbroker CSWY pasamos por Virginia Key hasta llegar al Sur de Key Biscayne donde se encontraba el Bill Baggs Cape Florida State Park. Es un buen sitio, ya que estás rodeado de vegetación, en un ambiente más salvaje y además allí está el Cape Florida Lightouse, un faro con mucha historia, es del año 1825 y según he leído es la construcción más antigua de Miami. Pasamos la tarde de relax y disfrutando de la inmensidad del oceano Atlántico, bueno y yo de algo más… yo estuve muy entretenida viendo la preparación de una boda en la playa…  con lo que me gustan a mi! Más tarde una buena duchita en las zonas habilitadas para ello (recordad que nuestra casa iba sobre ruedas y no habia posibilidad de baño) y para finalizar un precioso atardecer!

Y como nos había gustado tanto la isla decidimos quedarnos a dormir porque habíamos visto un parking en una zona de bien, un pequeño muelle donde los barcos de la gente rica descansaban y pensamos que no habría sitio en todo Miami más seguro que ese. Entonces fuimos a un supermarket para comprar la cena, algo para hacer unos sandwiches y aparcamos en el parking. Hay que decir que nuestra super mini-van de color oscuro pasaba totalmente desapercibida alli, ya que era zona de alto poder adquisitivo. Así que hicimos un picnic en unos banquitos de una zona de cesped de allí al lado y cuando terminamos nos fuimos al coche dispuestos a ¨prepararnos¨ para dormir y ahí empezó la fiesta. Juny apretó sin querer un botón del mando de la llave del coche que resultó ser un botón de ¨panic¨ y eso quiere decir que al instante (y en medio de la noche) el coche se puso a pitar de una manera desproporcionada, y dejó de camuflarse entre tanto coche rico. Nos sabíamos como apagar esa cosa, y el coche no dejaba de sonar y sonar, hasta que por fin lo conseguimos. Pero ya era demasiado tarde, había sonado por lo menos 10 segundos, quizás sólo 4 o 5 pero se nos hizo interminable! Total, que al cabo de un minuto se nos plantó un coche de policía (bien podría haber sido el mismo Horatio de CSI, hahaha) muy discreto con sus faros dirigidos a nuestras caras y a la matrícula de nuestro cochecito. Desaparecieron sin salir nadie del coche a preguntar nada pero estaba claro que estábamos en el punto de mira y que tenían nuestra matricula… Ya no podíamos  quedarnos a dormir allí, asi que a los 15 minutos salimos de nuestra zona de campamento y tachaaaán… como en las películas estaban a la salida del parking con las luces bien apagadas y bien escondiditos haciendo guardia y esperando a que saliéramos, fue vernos y encender las luces y seguirnos hasta ¨el pueblo de al lado¨, era una clara invitación a que nos largáramos y se cercioraron de que lo hacíamos.

Teníamos una extraña sensación, estábamos huyendo, como si fuéramos delicuentes, pero no sabíamos ni por qué, en realidad no habíamos hecho nada malo, nos sentiamos vigilados, era como si en toda Miami tuviera nuestra matricula y tuvieran un aviso de: ¨cuidado, nomadas sin techo en una super mini-van, puede que sea robada¨ , jajajaj no sé algo muy raro, es dificil explicar como nos sentíamos pero de verdad que parecíamos muy muy malos, pero es que claro la policía en este país es taaaaaaaaan exagerada….

Después de dar una buena vuelta con el coche y conseguir ¨despistar¨ a los polis volvimos a pocos metros de la ¨zona del delito¨ y encontramos un parking de tierra al lado de una discoteca y decidimos quedarnos allí, y así con una buena música de fondo, los mosquitos preparándose para su gran banquete y con la esperanza de que el coche de policía no nos viera, nos acomodamos y pasamos allí la noche 🙂
Despertamos muertos de calor y con los mosquitos picandonos por todos lados, y al cabo de 5 mminutos cayó una tromba de agua impresionante. Aún así, estábamos contentos; habíamos ¨sobrevivido¨ a otra noche en nuestra improvisada caravana y estábamos dispuestos a tomarnos un buen desayuno en Downtown, conectarnos al WiFi para quedar con nuestro amigo Frankys y a disfrutar de las que se suponían que iban a ser nuestras últimas horas en Miami.

[EEUU] New York, como en las películas!!

La primera frase que pronuncié al llegar a NY fue: «Mira, como en las películas!!» y se repitió cada vez que salí a la calle y es que a cada paso que dábamos era algo familiar para mí. Y no es de estrañar, un montón de calles, avenidas, cafés, boutiques, inmensos rascacielos, fachadas de ladrillo cara-vista, las famosas escaleras de incendios, taxis amarillos, pantallas gigantes y tiendas espectaculares, y es que lo tenía ya grabado en mi subconsciente y era fantástico poder disfrutar por fin en directo. Todo me resultaba tremendamente familiar y es que muchos años de ver películas, de leer revistas de moda, de ver series americanas ayudan a conocer NY! La gran manzana es como un gran plató de televisión y tú eres el espectador.

Pero NY es mucho más que eso, es el sueño americano, donde todo es posible, es una ciudad frenética, que nunca duerme. Y es que cuando te paseas por sus calles, llenas de gente, artistas, bailarines, modelos, brokers, se contagia, sientes que allí todo es posible. Es un lugar donde cualquier persona con la que interactúes te preguntará «¿en qué trabajas?» y seguidamente te dará su tarjeta. Es un lugar en el que sientes que sí se puede, se puede soñar… y triunfar!

Desde el primer día pudimos ver grabaciones, sesiones de fotos de todo tipo, acróbatas bohemios, bailarines y programas de TV en plena calle.

Imaginaos por un momento estar en «vuestra casa» en el SoHo de NY, mirar por la ventana y ver una grabación en directo, o ¿qué me decis de ir a relajaros un sábado por la mañana a Washington Square Park y encontraros una sesión de fotos en los que los protagonistas son unos bailarines profesionales? Un lujo para la vista!

Pero si es que hasta cuando te vas de «turisteo» te encuentras algo curioso, en Wall st. con la 14 st. una sesión de fotos con una modelo rubia luciendo un precioso abrigo, las fotos bien podrían ser para el catálogo de la colección otoño – invierno 2014 de H&M… Pero ya lo máximo es llegar al Rockefeller Center y encontrarte que un show televisivo en directo de la cadena NBC news, con actuación en directo del ganador de ¨The Voice¨ Josh Kaufman, mola o no mola?

Y es que los estadounidenses lo saben y tienen un negocio alrededor de este gigantesco set de rodaje que es la Gran Manzana y si no mirad la página On Location Tours donde podéis reservar un tour para descubrir los sitios más miticos de series como Sexo en Nueva York, o Gossip Girl o descubrir los sitios que más frecuentan los famosos. Tengo que confesar que andaba loca desde hace años por hacer el de Sexo en Nueva York y visitar el apartamento de Carrie y su inmenso vestidor con millones de zapatos peroooooo con un presupuesto más bajo pude ver algunos de los lugares más míticos de mis dos series favoritas! Viva el glamour a coste 0!

Una cosa que nos pasó… bastante peliculera fue que estando en una discoteca de repente pararon la música y entró todo un ejército de policias y no, no, chicas, no eran boys ni nada parecido, eran de los de verdad, policías americanos! Estuvimos más de una hora ahí parados, charlando tranquilamente sin música mientras los polis revisaban todo el local, sobre todo la zona de barra buscando…»no sé que» y comprobando que estuviera todo en regla. Incluso esto era todo un espectáculo!

Ahhh casi se me olvida! Para los más fanáticos o enamorados de algún famoso actor o actriz mirad lo que he encontrado: una página donde podéis descubrir en que lugares se está rodando!
Esto es América, señores!

En NY hemos hecho de todo, hemos pasado momentos increibles con amigos, ha sido absolutamente genial, nos podríamos haber quedado allí meses y meses… Tengo que decir que con NY he tenido sensaciones muy raras, primero he sentido que todo me gustaba, que ya lo habia visto antes, que era alucinante, luego he sentido que aunque es una ciudad espectacular no era lo suficientemente cálida para mí (y no hablo de grados celsius) pero al final Nueva York me ha enamorado. No ha sido amor a primera vista… pero ha hecho que cambie mi forma de pensar. Al llegar me dije que nunca viviría en un sitio así, y al despedirme pensé…que quizas sí…

Y aquí van una selección de fotos de todos estos espectáculos callejeros 😉

[EEUU] New York, nuestro top 5!

New York es impresionante, y te podrías pasar semanas y semanas descubriendo nuevos rincones, museos, espectáculos,… Por eso, de todo lo que hemos visto, hemos seleccionado lo que para nosotros serían los cinco imprescindibles de New York. Quizá alguno no sea muy famoso, pero os garantizamos que estas experiencias valen la pena 😉 Ahí van!

Puente de Brooklyn & Skyline

Salimos en la parada de metro de Fulton, y nos dirigimos hacia el East River. Unas indicaciones te llevan a tomar el paso sobreelevado, especial para peatones, y conforme vas avanzando vas descubriendo la preciosidad de puente que es el de Brooklyn. Construido a finales del siglo XIX, con esa forma característica de los diagramas de momentos flectores, y con todos esos tirantes diagonales, es una maravilla de la ingeniería. Conforme avanzas y te vas distanciando de Manhattan, vas descubriendo lo que será el skyline más famoso de la ciudad de New York. Finalmente llegas a Brooklyn, actualmente uno de los barrios pero que en su momento fue una ciudad independiente. Paseamos por el Dumbo de Brooklyn y finalmente fuimos al parque que te ofrece las mejores vistas de la Gran Manzana! Allí pasamos un par de horas jugando con la GoPro, haciendo selfies, y contemplando las espectaculares vistas… y todo esto, a coste cero! yeaahhhh!!

Rockefeller Center – Top of the Rock

Una de las vistas más impresionantes de la ciudad. Dudábamos entre ir al Empire State o al Top of the Rock, pero para evitar colas y poder ver desde la lejanía el Empire State building, nos decidimos por el segundo. Y no nos arrepentimos para nada! La panorámica desde lo más alto es sencillamente abrumadora. Se ve todo tan pequeño allí abajo… A un lado el gigantesco pulmón de New York, al otro los rascacielos de DownTown, A un lado el río Hudson, al otro el East River. Y para más disfrute, la últimisima planta no tiene muros de cristal ni rejas, sino simplemente un murete que te permite ver sin obstáculos en los 360º… extraordinario! http://www.youtube.com/watch?v=C3fspG1yxyI

Conney Island

Esta zona costera situada al sur de Brooklyn es conocida por sus atracciones al lado del mar, por su paseo marítimo, por sus amplísimas playas y también por Nathan’s, el bar donde nació el… hot dog! Tardas más de una hora en llegar, y si es temporada baja (como era el caso), se ve un lugar demasiado grande para tan poca gente. El parque de atracciones estaba cerrado, pero simplemente andar por el paseo marítimo viendo las estructuras de las montañas rusas, el típico payaso de las películas de miedo que te da la bienvenida, los muelles de madera que entran en el océano,… ya es único! Si algún día volvemos en verano, repetiremos, para verlo en su máximo apogeo! Ah, por cierto, aquí tuvimos el primer susto del viaje, que faltó un pelo para que nos birlaran la mochila cuando estábamos en el Nathan’s, pero bien… lección aprendida! La mochila siempre siempre siempre bien cogida :p

Intrepid

Y ahora vienen mis dos visitas favoritas! (Juny al teclado). Este portaviones-museo del ejército americano es una de las joyas menos conocidas de New York. Además de subir a un portaaviones real, a bordo tienen un Black Bird, un F16, un Harrier, un MIG 21, y más cazas, helicópteros, un submarino y el transbordador espacial Enterprise. ¿Qué más se puede pedir? Cómo me gustan los aviones y los cohetes espaciales… Ahí va una buena compilación de fotos!

Dinosaurios en el Museo de Ciencias Naturales

Y, como no podía ser de otra manera para terminar, una buena sesión de dinosaurios en el Museo de Ciencias Naturales. Además, llegamos a falta de hora y veinte para el cierre del museo y nos invitaron a pasar sin pagar (weeee! ese museo necesita más de un día para verlo entero, pero si sólo vas a por los dinos… con un ratillo es suficiente :P).

Cuando estás allí dentro y te imaginas que esos esqueletos en su momento tuvieron músculos, piel, movimiento, vida… te preguntas cómo unos simples monos avanzados hemos dominado el planeta. Si no fuera por aquel meteorito que mandó a estas enormes criaturas al otro mundo, sería absolutamente imposible haber llegado a ser «más» que ellas. Un sólo movimiento de cola te manda para el otro barrio (eso si es un mamífero que se ve atacado), si es un carnívoro… olvídate ;D La exposición está genial, dividida en tipos de fósiles y con una explicación evolutiva más que interesante! Personalmente, me encantó!

Y dentro de unos días, publicaremos un post especial de «New York, como en las películas!» 😀

Seguimos!

[EEUU] De turisteo por New York, 11S y reflexiones

La segunda semana en New York fue frenética. Rober había llegado con las fuerzas a tope y era el momento de patearse toda la ciudad. Yo diría que en cinco días nos recorrimos los 25 destinos más turísticos de la New York tanto de la Lonely Planet como de Trip Advisor. Con el metro como medio de transporte, parecíamos un topo que iba asomando la cabeza en cada uno de los hotspot, para hacernos la preciadísima foto XD

Y es que no faltó de nada. En el Downtown visitamos Wall Street, el New York Stock Exchange (ese lugar donde se producen todas los cracks bursátiles más importantes de las últimas décadas, y que han afectado al mundo entero), la iglesia de la Trinidad, el Toro, y Battery Park. Por supuesto, también paseamos por el Memorial del 9/11, aunque he de decir que personalmente fue una experiencia internamente agitada. La primera vez que fui a Nueva York tenía 16 años y subí con mi padre a una de ellas. En el 2009 volví y estaban con toda la zona en obras. Y en nuestra visita hace poco más de un mes, inauguraban el Memorial, y aunque no pudimos visitar la exposición, sí paseamos entre lo que en su día fueron las Torres Gemelas.

Y esa agitación no fue tanto debido a ver el proceso «constructivo», sino porque la versión oficial de que esos edificios cayeron a causa del impacto de aviones es físicamente imposible. Es decir, el queroseno no funde el acero ni el aluminio, los edificios no colapsan como una baraja de naipes, el WTC7 no se cae sin motivo aparente (más bien, lo tiraron el mismo día),… Podéis leer un poco sobre un tal Larry Silverstein,  la imposibilidad de demolerlas por la presencia de amianto,… no es que se quiera forzar una teoría de la conspiración. Es que la teoría oficial en sí es la conspiración.

Pero personalmente esto no fue lo que más me sorprendió, sino el hecho de comprobar que la verdad ya no importa. Mirad este video hecho por profesionales arquitectos e ingenieros civiles,  y después tratad de hablar con alguien del tema. Así tendréis una prueba de primera mano del poder de la tv, de los medios y de los gobiernos 😉

Y bueno, después de este megaparéntesis… más turisteo: las antiguas vias del tranvía de High Line, los picnics en Central Park, China Town, Little Italy, la mítica Grand Central Station, Times Square, la Estatua de la Libertad,…

Y aquí os dejamos las mejores fotos de esos días, esperamos vuestros comentarios!

Y en el próximo, un extenso reportaje del Rockefeller Center, el Puente de Brooklyn, Conney Island, los Dinosaurios en el Museo de Ciencias Naturales y nuestra visita al Intrepid! Stay tunned 😉

Un abrazote,

Juny

[EEUU] New York, American life

Amanecimos en Krakovia, maletas preparadas, bus y al aeropuerto! Una corta escala de 6 horas en Oslo, y pasada la media noche en suelo americano llegamos al que sería nuestro destino por tiempo indefinido… la casa de los Pera!! Omar y Pablo nos esperaban ya impacientes en casa. No nos veíamos desde Navidades, pero ya se echaban demasiado de menos. El tiempo cuando estás lejos de tus amigos corre despacio, muy despacio.

Unas risas sobre lo gordo que estás, esa barba de naufrago, que si te ha cambiado la voz,… preparamos el maravilloso colchón hinchable y a descansar, que el día siguiente (aunque a nosotros no nos lo parecía) era laboral!

Y ya de buenas a primeras… sorpresón de los buenos, el loco del Quintas se había pillado un vuelo de San Francisco a NY para pasar el fin de semana con nosotros… weeeeee! Qué alegría, no había podido venir a la boda, y ya hacía mil que no pasábamos unos días juntos. Esa misma noche conocimos a la athletic, smart, joyful, and always-smiling Nikita. La pobre había tenido una semana muy dura y estaba cansadísima, así que se fue pronto a dormir. Nosotros hicimos lo que mejor sabemos hacer,  un señor botellón con filosoforrapteo profundo sobre la vida y, como colofón, con un memorable speech de Mr. Quintas en las escaleras, o mejor dicho LAS escaleras. A la entrada del piso de los Pera, había siete escalones mágicos que conectaban la puerta de acceso al edificio con Sullivan Street. Desde fuera parecen unas escaleras normales, pero cuando te sientas en ellas y ves la vida neoyorquina transcurrir, te das cuenta de que esas escaleras son probablemente, uno de los mejores rincones de Nueva York, si no el mejor 😉 y todo eso sin exagerar!

Al día siguiente me levanté con un resaca de campeonato, y pensaba que no volvería a ser persona al menos hasta el día siguiente, pero en ese momento Nikita obró un milagro. Había preparado unos crepes extraordinarios, increíblemente buenos, y preparado todo tipo de condimentos… pensaba que no podría comer ni un bocado, pero en cuanto lo conseguí… mi cuerpo volvió en sí y no sólo eso sino que desbordaba energía! Así que cogimos un balón, y nos fuimos al parque cruzando Hudson. Unos toques de calidad (llegamos a 20 toques!, 32 años de vida jugando al fútbol para esto XDDD), volvimos a casa y mientras Mónica se fue a la reunión del club de lectura que organizaba Nikita, Pablo y yo nos fuimos a su partido de hockey con las bicis. Ibamos justísimos de tiempo (para variar), y para colmo nos cogió una tormenta tropical  que lanzaba unas gotas que parecían peras. Pero no pasa , con alegría y pa’lante! El equipo de Pablo poco pudo hacer para neutralizar al Messi que tenía el otro equipo. Cenita y por la noche, de fiesta al roof top del Hotel Empire, el famoso hotel de Chuck Bass en Gossip Girl.

Y así fueron pasando los días en Nueva York, viviendo como americanos pero sin pasta 😀 Menos mal que Mónica encontró un supermercado del Bronx que te traía la comida hasta Manhattan, porque pagar 4$ por un litro de leche, 5$ por una barra de pan de molde, o 10$ por una botellita de aceite se salían claramente de presupuesto. Yo creo que fuimos sus mejores clientes durante esas semanas!

Los martes, partidito de fútbol sala, los sábados a Central Park de picnic, por la noche de fiesta guiados por Tamara -nuestra promotora favorita ;)-, los domingos a ver el fútbol (como paulatinamente el Barça perdía la liga –video himno en Legend’s– y el Madrid ganaba en el último segundo la Champions),… otro día nos fuimos a la presentación del nuevo libro de Freakonomics, o a un karaoke coreano, o al cine a ver Godzilla en 3D en un cine que tenía unos sofás que ni en tus mejores sueños, incluso algunas mañanas nos fuimos a hacer unos sprints para activar el cuerpo.

Por las noches, nos bajábamos a LAS escaleras a hablar de la vida, a tomarnos un té, o simplemente a ver la gente pasar, otras nos quedábamos en casa viendo una película (como la obra maestra The Wolf of Wall Street, que nos hizo llorar de risa como hacía años!), o jugábamos una partida de poker y Luis nos desplumaba.

Fueron unos días fantásticos, como en nuestra época en el Galileo, o aún mejor, en Suiza. Nos hubiéramos quedado más y más semanas, pero no era el momento de quedarse, era el momento de continuar, así que compramos un vuelo ultra barato con Spirit y allá que nos fuimos, Miami nos esperaba! Terminaba la fase del viaje «durmiendo como en casa», y empezaba la aventura, la aventura de la incertidumbre!

Pero espera espera espera…. Y los edificios, Times Square, skylines, Hudson,… no os preocupéis! Eso lo dejamos para la semana que vino Rober, y por supuesto que hicimos turisteo, y del bueno! Stay tunned, todo eso vendrá en la próxima entrega de New York, que no queremos agobiaros con tantas fotos de golpe!

Y de regalo un par de videos del ambiente neoyorkino más loco 😉

Un beso y seguimos!