Dado que en este viaje estamos teniendo y vamos a tener muuuuuuucho tiempo para darle al coco, nos gustaría de vez en cuando compartir con vosotros algunos análisis, pensamientos, filosoforrapteadas y demás ocurrencias que vayan llegando a nuestras mentes.
Así que aquí va el primero, sobre las Elecciones al Parlamento Europeo. Esperamos vuestros comentarios!
El domingo se celebraron las elecciones al Parlamento Europeo. El PP y el PSOE se frotaban las manos con los resultados de los sondeos. Parecía que todo iba a seguir como de costumbre, mayoría absoluta para la Abstención, seguido de un buen trozo de pastel a repartir entre ambos, quedando unas migajas para los pequeños partidos, los que según ellos ni pinchan ni cortan.
“Votar a formaciones minoritarias es tirar el voto”, decía Rajoy a una escasa semana de las elecciones. Por su parte, Rubalcaba se empeñaba en ser la única alternativa: “el mayor castigo a la derecha es votar al PSOE”. Los sondeos y las intenciones de voto seguían mostrando un claro bipartidismo en el poder, vaticinando una mayoría absoluta PP-PSOE: un 54-64% entre ambas formaciones.
Y fue entonces cuando la realidad superó la ficción. Ambos grandes partidos perdieron 2.5 millones de votos, y juntos alcanzan un 49% de los votos. Otro con apenas cuatro meses de vida, se llevó 1,5 millones y se convirtió en la cuarta potencia del país consiguiendo 5 eurodiputados (frente a los 0-3 que se predecían en los sondeos). Izquierda Unida triplicó los votos conseguidos en las anteriores elecciones europeas. UPyD los duplicó. Sin duda, se había producido ese evento inesperado que rompía con la dinámica enquistada durante las últimas décadas.
Podemos no era la única nueva formación en estas elecciones. Varios eran los partidos habían nacido con nuevas propuestas, coherentes y realmente orientadas a solucionar los problemas actuales: Partido X, Equo, Vox, Movimiento RED,… Pero no sólo por contenido decide el hombre, sino más bien todo lo contrario. La forma. La imagen. Y fue ahí donde Podemos acertó. Ese fue el factor diferenciador: un líder joven, que transmite esperanza e ilusión y… que aparecía en televisión. Blanco y en botella. Fórmula asegurada del éxito.
Personalmente me alegro por ver que los dinosaurios han visto como el meteorito que pensaban nunca llegaría acaba de impactar en el centro de PPSOE-land. Irremediablemente van a ver como su época dorada llega a su fin en las próximas elecciones. Seguirán coleteando para demostrar lo grandes que son, que su historia les avala, que sólo ellos son capaces de dirigir un país. Tramarán un pacto secreto para juntar sus votos post-elecciones para seguir en el poder, pero entonces se darán cuenta de que en realidad simplemente eran… castillos en el aire. Demasiado tarde, el poder ya habrá cambiado de bando.
Como era previsible, ya han empezado a rebuscar en el baúl de los recuerdos para sacar todos los trapos sucios. Creen que así desacreditarán a ese que se ha atrevido a sacar la cabeza, pero ese terreno ya es estéril. Ellos mismos se encargaron de que la verdad ya no importe. Sobres, trajes, dinero para los parados, mentiras, falsas promesas,… y tras ser descubiertos, nada de pedir perdón, y por supuesto, de dimisiones ni hablamos. Han inmunizado a nuestra sociedad, ya no somos sensibles a si tal persona hizo esto o lo otro. Esa bala ya no tiene pólvora.
Y para finalizar, quería romper una lanza en favor de la Red Ciudadana. Proponen un método, no una cara (que potencialmente es corruptible y cuyo criterio puede variar, con el peligro que ello conlleva). Con mucho trabajo, han creado una propuesta completa para un nuevo sistema democrático, realmente acorde a la sociedad en la que vivimos. Les ha faltado saberse vender, porque su contenido no puede ser mejor. Pero por suerte, su filosofía de compartir y de que “ningún problema debe ser resuelto dos veces”, hará que las formaciones afines vayan adoptando dichas propuestas y se produzca esa transición hacia esa democracia real que tanto necesitamos.
@junycrespo